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Chirac busca una solución

Una remodelación del Gobierno apenas seis meses después de la elección del presidente de la República es un hecho inédito en la historia de la Quinta República. El presidente francés goza, generalmente, de un estado de gracia que le permite gobernar el país con tranquilidad, pero Jacques Chirac no ha logrado aprovechar su éxito electoral: criticado por la reanudación de las pruebas nucleares, el jefe del Estado se ha encontrado con un Gobierno incapaz de afrontar los múltiples problemas del país. (...) Los sondeos indican una disminución sin precedentes de la popularidad del presidente y del primer ministro. Chirac prometió muchas cosas en la campaña electoral, afirmó que podría conciliar rigor y expansión, generosidad social y austeridad, pero no lo ha logrado. El pasado 26 de octubre anunció a los franceses la necesidad de aceptar importantes sacrificios para sanear la Hacienda pública. La crisis es aún más compleja. La derecha francesa controla todas las palancas del poder, pero los comicios presidenciales han abierto una herida que todavía no se ha cicatrizado.La renovación del Gobierno, en las intenciones de Chirac y Juppé, debería obligar a los parlamentarios del centro-derecha a cerrar filas y evitar la disolución de la Asamblea Nacional. Y el apoyo de la mayoría es indispensable, para afrontar, el descontento popular que suscitará la próxima reforma del Estado del bienestar.

8 de noviembre

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