Agricultura se opone a que Tabacalera venda La Lactaria al grupo italiano Parmalat

El nuevo intento de venta de La Lactaria Española ha provocado claras discrepancias entre su propietario, Tabacalera, y el Ministerio de Agricultura. Este organismo quiere que el comprador sea español para evitar que siga la colonización del sector. Tabacalera busca el mejor postor y, de momento, no es otro que el grupo italiano Parmalat, que ha hecho una oferta de 4.000 millones, aunque no especifica condiciones. La alternativa, que apoya Agricultura, la forman Iparlat y Leyma, compañías con base cooperativa del País Vasco y Galicia, que ofrecen 2.500 millones.

La empresa gallega Leyma y la vasca Iparlat, dos de las empresas más importantes en el sector de la leche de vaca, ambas con base cooperativa, han presentado una oferta a Tabacalera para comprar el grupo La Lactaria tras un periodo de conversaciones que se ha desarrollado durante los últimos meses. En medios cercanos a la Administración se espera que este sea el último intento de Tabacalera para vender la empresa y que la operacion sirva para una reordenación definitiva del sector.Fuentes cercanas a la operación han renunciado a hacer públicas las condiciones de una negociación aún por cerrar, aunque en esos medios se baraja un precio de compra de 2.500 millones de pesetas que serían pagaderos en varios años. Iparlat y Leyma accederían a esos fondos por la vía de los créditos con avales que podrían apoyar se por parte de las comunidades autónomas de Galicia y el País Vasco. Las mismas fuentes han insistido en su compromiso de que la operación se realice dentro de la más estricta legalidad exigida por Bruselas donde se excluye todo tipo de subvención estatal o autonómica.

Junto a esta oferta, también ha presentado una propuesta de compra la firma italiana Parlamat por una cantidad superior a los 4.000 millones de pesetas, aunque sin especificar las condiciones. Parmalat se halla ya instalada en Portugal y le interesaría una mayor implantación en la península, aunque tiene en su contra el contencioso con Reny Picot quien tiene la franquicia de esta marca en España por un siglo. Agricultura rechaza la posibilidad de una nueva multinacional en el sector de la leche.

En medios cercanos a la Administración se considera que la opción española y cooperativa es la mejor para un sector ya ampliamente colonizado por grupos franceses. También se ofreció la compra de La Lactaria a Leche Pascual que renunció a la negociación.

El grupo Leyma Alimentos de Galicia tuvo en último año una facturación superior a los 24.000 millones de pesetas y opera con las marcas Leyma y Leymaco. Las cooperativas de Colaga, con una recogida superior a los 180 millones de litros, constituyen la base fundamental del grupo.

Iparlat es la empresa resultante de la fusión en su día de las cooperativas vascas y nava rras integradas en Inlena, Beyena y Gurelesa y tuvo en 1994 una facturación de 21.000 millones de pesetas. En su accionariado, además de las entidades financieras vascas, se halla una instrumental del propio goblierno vasco Azti-Sio. Sus marcas, son Beyena, Irabia, Kaiku, Gurea y Gurelesa.

Agujero

La Lactaria es la empresa con mayor capacidad de recogida, cerca de los 500 millones de litros y una facturación de 34.000 millones de pesetas. Cuenta con centros en Vidreras (Girona), Nadela (Lugo), Bilbao, Logroño, Renedo, de Piélagos (Cantabria) y Alcalá de Guadaira (Sevilla). La Lactaria fue adquirida por Tabacalera al INI en 1988 por 9.000 millones a los que hubo de añadir posteriormente otros 7.000 millones para tapar agujeros. Las pérdidas acumuladas ascienden a 9.000 millones (400 en 1994). Prácticamente desde su compra, Tabacalera puso en venta la empresa con repetidos intentos fallidos.En 1990 firmó un acuerdo con el grupo francés ULN y cooperativas españolas por el que se adquiría el 50% en 6.300 millones. Posteriormente, se negoció con Besnier y con el llamado grupo asturiano (Francisco Rodríguez, de Reny Picot, y Blas Herrero, con el apoyo del Gobierno asturiano), que pretendió su compra en 1992 a un precio simbólico argumentando su condición de españoleidad. Posteriormente mostró interés la firma, gallega Lagasa (leche Celta).