Bajo el signo de la urgencia
El segundo Gobierno del dúo Chirac-Juppé nace bajo el signo de la urgencia. Con los presupuestos de 1996 pendientes de aprobación por la Asamblea Nacional, con un inminente debate parlamentario sobre la reforma de la Seguridad Social y con una reestructuración del sistema fiscal prevista para enero, el nuevo equipo tendrá que salir a la carrera.El de Hervé Gaymard es un ejemplo de la prisa que caracteriza al equipo Juppé-2. Hasta ayer secretario de Estado de Finanzas, Gaymard, de 35 años, deberá acomodarse a la secretaría de Salud y Seguridad Social en sólo una semana, hacerse con el control de un departamento especialmente complejo y comparecer, el próximo miércoles, ante los diputados para defender un cambio en profundidad del sistema sanitario en cuya preparación apenas ha participado. La función de Gaymard se verá adicionalmente complicada por el hecho de que Juppé quiere reformar la Seguridad Social por la vía del decreto-ley, lo' que ha esparcido un cierto malestar por entre los escaños.
No menos llamativo es el caso del balladurista Alain Lamassoure. El nuevo ministro del Presupuesto aterriza en el Gobierno en pleno debate presupuestario, aunque Juppé confía en que su presencia ayude a suavizar un trámite parlamentario hasta ahora bastante pedregoso.
Lamassoure fue secretario de Estado para Asuntos Europeos a las órdenes de Alain Juppé, cuando éste era ministro de Asuntos Exteriores. Juppé intentó incluir a Lamassoure en su primer gobierno, pero Chirac se negó. Lamassoure, del Partido Republicano, tenía que purgar su fidelidad a Balladur durante la campana presidencial.
Oposición interna
En este momento, el balladurismo del nuevo secretario del' Presupuesto y portavoz gubernamental se ha convertido en virtud: la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional es un bastión de los hombres de Balladur y se ha dedicado a martirizar al gobierno a golpe de enmienda. Lamassoure tendrá que tender puentes entre la oposición interna que representa el ex primer ministro y el equipo de Alain Juppé.
La ya ex ministra Colette Codaccioni compone otra imagen de la precipitación del cambio de Gobierno. Codaccioni, a cargo de la efímera cartera de Solidaridad entre Generaciones, tenía que defender ayer por la tarde ante el Senado un proyecto de prestación económica para los ancianos con problemas físicos graves. La llamada prestación autonomía ha quedado en el limbo y deberá esperar a que el nuevo superministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jacques Barrot, se organice y decida qué hacer con ella.
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