Sharon,denuncia una "hipócrita campaña de odio" contra el Likud

El general Ariel Sharon, diputado en la Kneset (Parlamento israelí) y uno de lo! principales líderes del Likud, acusó ayer a la izquierda de llevar a cabo una "hipócrita campaña de odio" contra su partido y los nacionalistas en general. "Hay extremistas marginales en ambos lados nadie es inocente", advirtió Sharon antes de recordar que hace 13 años, en las manifestaciones pacifistas contra la intervención israelí en Líbano, había pancartas que proclamaban: "Begin asesino" y "Sharon asesino".Por su parte, uno de los responsables de la campaña Paz Ahora que convocaron las marchas de protesta en 1982 replicó a Sharon que "esos hechos se produjeron durante una sola manifestación y la organización ordenó retirar tales pancartas inmediatamente", El mismo dirigente pacifista destacó que la ola de ataques verbales contra Isaac Rabin se ha mantenido durante muchos meses con incitaciones tales como "Muerte al traidor Rabin".

El Likud -que pedirá al presidente israelí, Ezer Weizman, que encargue al laborista Simón Peres la formación de un nuevo Gabinete para subrayar así que no acepta "la monstruosa idea de que se pueda derribar a un Gobierno con un asesinato"- ha pedido, sin embargo, la convocatoria urgente de la Kneset, sin esperar al término de los sietes días de duelo oficial por la muerte de Rabin, para poder defenderse desde la tribuna parlamentaria de la campaña de acusaciones.

"Ahora le toca a Peres"

Mientras tanto, en Jerusalén una gran pintada sobre una pared reza así.: "Rabin ha muerto. Ahora le toca a Peres". En Bnei Brak una localidad cercana a Tel Aviv con una mayoría de judíos ortodoxos, las placas colocadas en memoria de Rabin ya han sido destruidas.

La policía israelí acudió ayer al barrio de Tapua para detener a David Axelrod, un militante dé la extrema derecha que había manifestado a través de la radio: "No es un judío el asesinado, sino un traidor el que ha sido liquidado". AxeIrod huyó antes de la llegada de los agentes.

Zvi Katzover, alcalde de Kiryat Arba, un asentamiento judío en Cisjordania, ha asegurado que sus vecinos han recibido amenazas de muerte mediante llamada telefónicas procedentes de militantes izquierdistas.

La tensión política crece cada vez más en Israel y desde todos los sectores se elevan voces. que alertan contra una escalada de violencia que puede conducir a una guerra fratricida.