Carmelo Gómez obtiene el Premio Nacional de Cinematografía

"¿De qué me han servido todos estos años de sufrimiento"? Todavía eso se preguntaba ayer por la mañana el actor Carmelo Gómez que, a sus 33 años, arrastraba un momento de bajón profesional. La respuesta le llegó poco después con la concesión del Premio Nacional de Cinematografía, el más joven de los últimos años. "Me ha levantado la moral" afirmó Gómez, durante los ensayos de La gata sobre el tejado de zinc. "Me llega muy joven, mi carrera es muy corta y todavía tengo mucho que hacer" dijo el protagonista de Días contados, el filme que ha dado un vuelco a su carrera artística.

"Estaba en una época de bajón profesional porque cuando inicio una obra de teatro tengo la sensación de que empiezo de nuevo, de que nada de lo que he hecho hasta ahora me ha servido de nada. Tantos años de sufrimiento, tantas horas soñando y durmiendo junto a un nuevo personaje. Todavía no me ha dado tiempo a pensar en cómo me puede afectar el premio, pero lo que está claro es que me ha levantado la moral", afirmó ayer Carmelo Gómez, que ensayaba con Aitana Sánchez-Gijón una nueva obra de teatro, La gata sobre el tejado de zinc, el clásico de Williams que dirige Mario Gas y que se estrena en Valencia el próximo día 15.Formado en el teatro, este corpulento leonés que iba para campesino, como su padre, ha visto como su corta carrera en, el cine le ha llevado a la gloria. El premio concedido ayer por el Ministerio de Cultura y dotado con 5 millones de pesetas valora su talento, demostrado en las películas' Canción de cuna (José Luis Garci),'Días contados (Imanol Uribe) y El detective y la muerte (Gonzalo Suárez).

Nuevos planteamientos

"EI cine me ha colocado en un lugar privilegiado. He vuelto al teatro porque el cine me ha dejado, me ha permitido volver con ciertas condiciones y nuevos planteamientos", señaló Gómez, bien conocido por su actitud peleona antela vida.. "El teatro arrastra un cierto inmovilismo, al contrario de lo que pasa en el cine, donde cada día aparecen nuevos actores y directores jóvenes. El mercado del teatro es mucho más paupérrimo y depende demasiado de las subvenciones. Necesitamos un teatro más valiente, divertido y abierto hacia afuera", se lamenta el actor.

Recuerda con emoción el filme mágico que le ha supuesto un antes y un después de su carrera: Días contados, de Imanol Uribe, en el que ponía rostro humano a un etarra. "Me tocó fibras que desconocía, como la violencia contenida y la destrucción de uno mismo", afirmó Carmelo Gómez, el más joven premio Nacional de. Cinematografía de los últimos años.