Getafe restringe el acceso al Cerro de los Ángeles para paliar su deterioro
El Cerro de los Ángeles ha alcanzado unos niveles de deterioro desconocidos hasta la fecha. La abundante afluencia de público y la desidia municipal ha propiciado que esta loma presente un aspecto de suciedad y sobreforestación. El departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento getafense se ha decidido a poner en marcha un ambicioso plan para devolver al cerro su esplendor pasado.
Esta loma que la tradición sitúa como centro geográfico de la Península es el pulmón verde más representativo de Getafe (144.000 habitantes) y quizá de todo el cinturón metropolitano. El proyecto municipal especifica la prohibición de llevar a cabo "grandes manifestaciones públicas" en el lugar, lo que deja abierta la puerta a una notable polémica.El concejal de Medio Ambiente, Santos Vázquez (PSOE); confirmó que la aplicación de su plan para el cerro supone en la práctica que la tradicional romería rociera no podrá volver a celebrarse en este punto. Este festejo, organizado por la Casa de Andalucía de Getafe, alcanzó su décima edición esta pasada primavera y congregó en el cerro la friolera de más de 250.000 andaluces residentes en la zona sur.
Vázquez se muestra contundente. "Ya sé que la medida puede no gustar", admitió, "pero hay dictámenes técnicos que dicen que el impacto de estas actividades multitudinarias no es asumible. Las decisiones medioambientales siempre perjudican a alguien y rompen tradiciones, pero estamos aquí para pringarnos y decirle a la gente que no se pueden seguir haciendo ciertas cosas".
El anuncio ha dejado estupefactos a los directivos de la Casa de Andalucía de la localidad. "La semana pasada estuvimos negociando con el alcalde nuestras subvenciones", confesó el vocal de Comunicación, Enrique García, "pero, la verdad, de esto del cerro no nos dijo una palabra". García entiende que su organización "ya insiste mucho a los rocieros" para que limpien el monte después de la fiesta, por lo que no ve necesaria prohibición alguna. "En fin, si nos quitan la romería será un problema y tendremos que tomar medidas", concluyó sin especificar cuáles.
La restricción tampoco parece hacer gracia en el seno del Partido Popular. "Las medidas drásticas nunca son positivas", indicó su concejal Antonio Pingarrón. "El cerro es de todos y una romería no es como un concierto de rock duro. Un homenaje así al Rocío no se puede perder". En cambio Alfonso Carmona, portavoz de Izquierda Unida, sí refrenda la postura del equipo de gobierno "porque las manifestaciones populares no se pueden anteponer al medio ambiente".
Las multitudinarias exaltaciones rocieras no serán las únicas damnificadas por el nuevo diseño medioambiental del consistorio getafense. El "día de la vaquilla" de las fiestas patronales, en el que los mozos se reúnen en el cerro a comer y a beber, también pasará a mejor vida, al menos en su ubicación tradicional. El cross de la Comunidad tampoco podrá celebrarse.
Los miles de visitantes que acuden a este montículo cada fin de semana no preocupan tanto, en cambio, a los técnicos municipales, aunque se controlará de forma especial la zona de barbacoas, potencialmente peligrosa. Medio Ambiente ha previsto sensibles mejoras en el capítulo de prevención de incendios, ya que, como desveló recientemente el concejal del PP Carlos González, el cerro tan sólo cuenta con dos tomas de agua, insuficientes en caso de siniestro.
El plan de recuperación incluye actuaciones en el aparcamiento, el circuito de footing y las instalaciones deportivas, entre otros aspectos. Santos Vázquez estima que su coste global puede superar los 600 millones de pesetas, de los que el presupuesto municipal de 1996 sólo recogerá una mínima parte (entre cinco y diez millones). "Se trata de desbloquear el proyecto", explicó Vázquez, "y luego ya aprobaremos nuevas partidas".
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