EE UU busca echar a Karadzic y Mladic antes de enviar a la OTAN a Bosnia
ANTONIO CAÑO Estados Unidos pretende que las, conversaciones de paz que se desarrollan en Dayton sirvan para decidir la suerte de los principales líderes serbo-bosnios y den luz verde para la actuación del tribunal internacional sobre crímenes de guerra en la antigua Yugoslavia. De esa manera, el presidente Bill Clinton tendría menos dificultades para la autorización de la fuerza de paz que debe ser desplegada en los Balcanes inmediatamente después de llegarse a un acuerdo en la base militar de Ohio.
Las tropas norteamericanas que participarían en esa misión -entre 20.000 y 25.000, según los cálculos del Pentágono- están ya recibiendo entrenamiento para actuar en Bosnia. De acuerdo a los planes de la Administración, las primeras unidades militares podrían ser desplazadas a la región en un plazo inferior a una semana, una vez que haya sido firmado el acuerdo de paz.
Eso dejaría poco tiempo para resolver el problema del destino de Radovan Karadzic y el general Ratko MIadic, sobre los que Estados Unidos ha dicho que no quiere que permanezcan en posiciones de poder cuando sus soldados lleguen a Bosnia. Washington no desea verse en la situación de que sus oficiales tengan que coordinar su estrategia con el general MIadic, a quien se considera responsable de gran parte de las atrocidades cometidas contra los musulmanes.
Limpios de sangre
Para ello, los intermediarios norteamericanos quieren un compromiso del presidente serbio, Slobodan Milosevic, para que busque a otros dirigentes que no tengan las manos manchadas desangre y que puedan representar a la comunidad serbo-bosnia. El propósito no es sencillo. No sólo porque Milosevic puede resistirse a dar ese paso, sino porque, aunque lo hiciese, Karadzic y MIadic cuentan todavía con suficiente respaldo entre sus seguidores como para organizar comandos guerrilleros que podrían complicarle extraordinariamente el trabajo a la fuerza de paz de la OTAN.
Junto a eso, según informaba ayer el diario The New York Times, el tribunal internacional para Bosnia ha pedido formalmente a Estados Unidos que intente la rendición de todos los que están incluidos en las listas de personas buscadas por crímenes de guerra. Eso pone a la Administración norteamericana en difícil situación con quien ha sido una de las piezas maestras en el engranaje del proceso de paz, el presidente Milosevic, que ha sido mencionado por el Gobierno bosnio y por miembros de la anterior administración norteamericana como uno de los responsables intelectuales de la matanza en Bosnia.
Todo hace pensar que, en algún momento de las conversaciones, Milosevic se va a ver obligado a elegir entre sacrificar a Karadzic, MIadic y otros o verse a sí mismo en peligro de comparecer ante un tribunal internacional. Esto es una dificultades añadida a los muchos problemas que, por tercer día consecutivo, se negociaron ayer en la base aérea de Wright-Patterson.
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