Manual del buen comisario
El abortado libro de Ritt Bjerregaard ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia del presidente de la Comisión, Jacques Santer, ya molesto por la polémica sobre el cobro de artículos de la comisaria danesa en su país.Por ello, ayer sometió al colegio de comisarios una propuesta de Código de Conducta, algo así como un Manual del buen comisario, que fue aprobada, y enseguida empezará a redactarse.
Tres principios lo informan este código: "Claridad, transparencia y responsabilidad", dijo el portavoz de Jacques Santer. Aplicados, supondrán que las remuneraciones por artículo deberán comunicarse, y luego se rechazarán o se vehicularán a fines caritativos; los comisarios podrán seguir siendo invitados, siempre sin cobrar por sus discursos, aunque se acepta el pago de sus hoteles y desplazamientos; y los libros políticos que escriban sobre la temática europea -"una actividad que puede ser útil", opinió el portavoz- deberán ir "a consulta previa" del presidente, para salvar "la colegialidad y la confidencialidad". Menos restrictiva que la petición de autorización a la que el Estatuto obliga a los eurofuncionarios.
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