ÚLTIMO ADIÓS A JESSE JAMES

Jesse James, el legendario bandido norteamericano que a mediados del siglo pasado protagonizó numerosos asaltos a bancos y trenes, fue enterrado el sábado en la localidad de Kearney (Misuri), tras recibir unas solemnes pompas fúnebres. Medio millar de personas dieron el último adiós con plegarias y cánticos a este soldado confederado de la guerra civil de EE UU que murió hace 113 años, y que de 1866 a 1880 asoló con sus atracos las localidades y caminos de Misuri. El 3 de abril de 1882, cuando contaba 34 años de edad, fue asesinado por un miembro de su banda, Robert Ford. Fue enterrado en privado días después en el jardín de la casa de su madre para evitar profanaciones. En 1902, sus restos fueron desenterrados y llevados junto a los de su esposa en una tumba del cementerio del Monte de los Olivos de Kearsey, a unos 30 kilómetros al noreste de Kansas City. El pasado julio se exhumaron de nuevo tras surgir una polémica sobre la identidad de los restos. Las pruebas preliminares del ADN (ácido dexosirribonucleico) tomadas de los huesos y cabello del exhumado indican con gran probabilidad que se trata de James, aunque el informe oficial de los análisis no se hará público hasta el próximo 23 de febrero. Entre los actos del funeral oficiado el sábado en un centro social de la localidad, se cantó como despedida Jesús es un amigo extraordinario, el himno religioso favorito de James. Hace un centenar de años, las fuerzas del orden perseguían a James por todos los rincones de Misuri y el gobernador ofreció una recompensa de 5.000 dólares de los de entonces por su cabeza. Entre los asistentes a la ceremonia, incluidos presuntos descendientes, el marshall Brad English, con sonrisa burlona, dijo que acudía "tan sólo porque quería estar seguro de que James descansa finalmente en paz en su tumba".-