La política no es una carrera
Es triste ver cómo alguien como el Gran Wyoming, que suele destacar por comentarios y aprecia ciones de singular lucidez, se deja llevar por una práctica común en periodistas mediocres de hablar sin conocer, buscando única mente la construcción ingenios la que suscite la sonrisa demagógicamente cómplice del lector.Sin ánimo de defender a la clase política, pero sí a los estudiantes de Ciencias Políticas, colectivo este último al que pertenezco, me dispongo a poner en conocimiento del autor del artículo La política es una carrera con futuro (EL PAÍS, Madrid, 22 de septiembre de 1995) lo siguiente: el 70%, aproximadamente, de los alumnos que cada año ingresan en la Facultad de Ciencias Políticas (UCM) no han elegido esa carrera, sino que nuestro absurdo y perverso sistema de selección universitaria los ha deportado a dicha facultad por no tener nota; habrá observado (o le habrán sido relatadas) que no se deben en modo alguno al fervor que el ingresar en nuestra carrera suscita en esta innoble y oportunista juventud, sino que es fruto de la masificación unida a la inoperancia de la secretaría (común a todo organismo público).
Por último, si damos un repaso a la titulación académica de nuestros dirigentes comprobaremos que entre ellos abundan los abogados, seguidos a bastante distancia por empresarios y economistas y titulados de carreras científicas o técnicas, los politólogos son francamente escasos.
Una vez aclarado lo anterior, le agradecería al Gran Wyoming que no hiciera chistes fáciles construidos sobre apreciaciones apresuradas, pues semejante ramplonería es más propia de otras gentes y de otros diarios.
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