Críticas en Bélgica por la tardanza de la dimisión

W.O. Los partidos políticos belgas no comparten la tesis de Willy Claes de que la votación inculpatoria se ha realizado bajo criterios de sectarismo político. "Los diputados votaron según su conciencia" afirmó ayer Jacques Léfébvre, vicepresidente de los socialcristianos francófonos, que rechazó así las acusaciones de que se había politizado el proceso. "No se han conculcado sus derechos a la defensa", aseguró Léfébvre, quien añadió que Claes "tenía que haber dimitido antes".

El empecinamiento, en no dimitir es el denominador común de todas las reacciones políticas y periodísticas en Bélgica. "Yo en su caso hubiera dimitido", afirmó en la misma noche del jueves Wilfred Maertens, socialcristiano flamenco y presidente del Gobierno cuando Claes era ministro de Asuntos Económicos. "Lo único que ha logrado aferrándose al cargo es llamar más la atención sobre él y una mediatización del acontecimiento", opinan los liberales francófonos.

El primer ministro, Jean Luc Dehaene (socialcristiano flamenco).tuvo grandes elogios para Claes. "Ha dirigido la Alianza Atlántica de manera ejemplar y desempeñó un importante papel durante la presidencia belga de la Unión Europea". La principal preocupación de Dehaene estos días ha sido evitar que se politizara el proceso a Claes y acabara provocando la caída de su siempre frágil Gobierno, sostenido por una coalición cuatripartita de socialistas-socialcristianos-flamencos-francófonos.

La caída del llamado Gabinete Dehaene-2 está descartada a corto plazo, pero la actitud nada conformista de Willy Claes no descarta acontecimientos a medio plazo. El ex secretario general de la OTAN ha criticado a los diputados por votar "con consignas partidarias" y no "en conciencia", y socialistas de ambas comunidades lingüísticas han considerado "injusto" el procedimiento judicial abierto contra el hasta ahora secretario general de la OTAN, socialista flamenco.