200 fotogramas forman 'La escalera en el cine'

La exposición La escalera en el cine, abierta en la Fundación Cultural del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), es la historia de la escalera, a través de 195 fotogramas, como símbolo cinematográfico y arquitectónico. En el centenario del cine, los organizadores se han planteado identificar un elemento común entre arquitectura y cine. La muestra se presenta hasta el 17 de noviembre, y el próximo año se montará en Barcelona.

Desde los créditos de La escalera en el cine hasta el The end, las salas de la Fundación del COAM (Piamonte, 23) extienden los fotograffias de uno de los elementos del cine. De Metrópolis, de Lang, a Las dos huérfanas, de Griflith, 'aparecen 195 fotografías procesadas en un plotter, uno de los instrumentos de los -estudios de arquitectos. La única identificación de los planos es un número que figura con los datos en el catálogo."La muestra es también un juego para aficionados y sobre la memoria del cine", declara la arquitecto Paloma Gómez Marín, quien con su equipo ha buscado los materiales gráficos en la biblioteca y fonoteca de la Filmoteca Española. Las reproducciones en blanco y negro no siguen un criterio cronológico, aunque a veces se agrupan películas por directores e intérpretes.

La única línea de continuidad en, el montaje se establece por la escalera, "un elemento que siempre es arquitectura, por donde se sube y se baja, un espacio donde se desarrolla el drama o se luce la estrella. La escalera tiene movimiento, fórma y mucha carga".

Juan Antonio Ramírez, autor del libro La arquitectura en el cine, declaró ayer que las escaleras, junto con los baños y dormitorios, son constantes en el cine. "Tiene un funcionamiento dramático especial y sirve para mostrar a la estrella que desciende dé los cielos. Creo que a partir del neorrealismo de los cuarenta y, cincuenta la escalera pierde su sentido como ejemplo de diseño y simbolo. Hasta ésa fecha es muy clara su influencia teatral sobre todo en la dramaturgia alemana que pasa después al cine norteamericano. Ahora aparece como, una, exigencia del guión, pero no se impone como en esas escaleras de Satanás, Drácula o Gloria Swanson bajando en El crepúsculo de los dioses".