Grave crisis en el grupo Rizzoli

Los periodistas de la treintena de semanarios pertenecientes al grupo Rizzoli iniciaron ayer cuatro días de huelga como protesta, contra un plan de reestructuración que prevé el despido de 190 de los 500 profesionales que integran la plantilla de esta división del grupo.Por su parte, la redacción del Corriere della Sera, el principal diario de Rizzoli, ha acordado personarse como parte perjudicada en las diligencias judiciales abiertas en relación con la grave crisis desatada en el citado grupo editorial italiano, que tiene también el 45% del diario español El Mundo.

Entre los semanarios y diarios de Rizzoli existe una diferencia importante. Los primeros, que incluyen cabeceras tan populares como Oggi, Bella, Amica o Il Mondo, son deficitarios y estaban abocados, ya a la reestructuración antes de que, por sorpresa y sin más explicáciones, Rizzoli revelara la pérdida de casi 800.000 millones de liras (cerca de 60.000 millones de pesetas) en sólo los últimos 18 meses.

El más prestigioso de estos semanarios, L' Europeo, fue cerrado en cuanto, hacia el pasado mes de marzo, surgieron los primeros síntomas de la mala marcha del grupo.

El Corriere, en cambio, proporcionó beneficios el ejercicio pasado y se mantiene este año, según sus directivos, a la cabeza de la prensa diaria italiana por ventas y publicidad. Ello no impide que sus trabajadores teman el impacto de la crisis general del Rizzoli en el futuro del periódico. Rizzoli y el Corriere della Sera constituyen una única sociedad (RCS) des de el pasado 1 de enero. Hasta esa fecha, el Corriere había sido una filial autónoma de Rizzoli.

En la asamblea de redacción del diario, celebrada el pasado miércoles, se acordó pedir a la empresa que indique. los recursos y directivos que piensa adjudicar al desarrollo del Corriere. En la redacción se ha extendido el temor de que las dificultades financieras de Rizzoli lastren al periódico.

Los trabajadores de este diario tienen todavía fresca la memoria de lo que es vivir con restricciones, ya que el Corriere estuvo bajo administración judicial a comienzos de, los años ochenta, cuando la estructura familiar de la propiedad del periódico saltó en pedazos. La crisis puso de manifiesto que Licio Gelli y la logia masónica Propaganda 2 (P-2) habían logrado tener presencia en el primer diario italiano.

Desembarco en Rizzoli

Tales circunstancias son recordadas para explicar por qué, en 1984, a través de la financiera Gemina, Fiat se hizo cargo de Rizzoli por unos 60.000 millones de liras, cifra generalmente considerada inferior al valor real del grupo. "La huelga es una primera respuesta a los graves errores de gestión y financieros cometidos por directivos, que han provocado una situación próxima al colapso", se lee ahora, en la convocatoria del comité de redacción de los semanarios de Rizzoli.Existe una polémica entre antiguos y nuevos directivos acerca del papel de Gemina en la actual crisis de Rizzoli. Sobre todo porque, tras la entrada de aquella, la familia Agnelli, que controla Fiat, vendió Rizioli la editorial Fabbri, que luego parece haber generado la mayoría de las pérdidas.

Esa venta data de 1990, y antecede en pocos meses a la compra por el grupo Rizzoli de su importante participación en el diario español El Mundo.

Umberto Agnelli, que cuida los negocios de su familia desde la presidencia de la financiera IFI, reitera por estos días que la venta de Fabbri se hizo con una cláusula que limitaba las eventuales responsabilidades del vendedor por daños sociales futuros a un periodo de 18 meses.