Moscú decide no imponer el estado de excepción en Chechenia

Los dirigentes rusos resistieron las presiones que los sectores partidarios de la mano dura han ejercido sobre ellos tras el recrudecimiento de la tensión en Chechenia y decidieron no imponer de momento el estado de excepción en aquella república caucásica.

Así lo dio a entender ayer el presidente Borís Yeltsin, según el cual los órganos federales "aún no han agotado todas las medidas para estabilizar la situación". Un comunicado de prensa emitido con ocasión de la entrevista mantenida ayer entre Yeltsin y el jefe del Gobierno, Víktor Chernomirdin, afirmaba que "cualquier paso que se dé en la República de Chechenia debe ser sopesado y reflexionado". En el mismo sentido se pronunció ayer también Chernomirdin.

Por otra parte, el jefe del Gobierno de reconstrucción nacional de Chechenia, Salambek Jadzhiev confirmó ayer en Grozni que las tropas federales habían bombardeado el pueblo de Roshni-Chu el pasado 8 de octubre. El lunes MovIadi Udúgov, el portavoz del general Dzhojar Dudáiev, había informado que más de 30 personas habían resultado muertas a consecuencia de estas acciones militares. Ayer, dos soldados ruso resultaron muertos y otros tres heridos a consecuencia de la explosión de una mina en Grozni.