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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

La contra vasca

HERRI BATASUNA ha decidido mudar su convocatoria de concentración al mismo lugar en que lo hacen desde la pasada semana los pacifistas que reclaman la liberación de Aldaya, de cuyo secuestro se cumplen hoy 150 días. Los pacifistas habían cambiado de lugar para evitar incidentes. La decisión de HB es un desafío a la prohibición por parte del departamento vasco de Interior, al cual ese partido responsabiliza ya de los incidentes que sus seguidores intentarán provocar hoy.Durante estos cinco meses, los pacifistas han sido objeto de toda clase de agresiones e intimidaciones por parte de los contramanifestantes de HB. Esto provocó un debate sobre si la policía autónoma debería intervenir o no. Para evitar que ese debate -y los incidentes mismos- oscurecieran el objeto central de su movilización, los pacifistas decidieron hace 15 días cambiar de lugar. Los reventadores, tras unos días de desconcierto al verse sin enemigo al que atacar, acordaron el jueves pasado seguir a los pacifistas al nuevo emplazamiento para continuar la provocación. Interior prohibió su convocatoria por entender que no se trata de ejercer el derecho de manifestación, sino de entorpecer el de otros ciudadanos. La Ertzaintza debe intervenir con rigor en defensa de ese derecho democrático. La experiencia demuestra que nada enardece tanto a los fanáticos como la sensación de impunidad. La tarea no será fácil. Pero hay que acabar con los abusos de esa minoría que cree poder avasallar a la ciudadanía.

Esta nueva vuelta de tuerca de la provocación se produce en una semana en la que las tropillas nazis de HB se vuelven a envalentonar. Los jefes de HB declaran que la denuncia por parte de Atutxa de la nueva oleada de cartas exigiendo el impuesto revolucionario pretende "desnaturalizar el carácter político de la práctica armada". Encapuchados lanzan cócteles mólotov contra una comisaría de la Ertzaintza. El portavoz de HB, Aoiz, se felicita por el acierto de la campaña de intimidación contra los pacifistas y ofrece negociaciones al PNV. Hace tiempo un antropólogo definió al movimiento surgido en torno a ETA como el cruce entre una ideología fascista y una práctica mafiosa. Quien pensó que exageraba verá ahora que se quedaba corto.

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