Gómez-Pereira viaja por las líneas de un teléfono erótico

"Bienvenido al excitante mundo de la línea caliente. ¿Desea hablar con alguien en especial?". "Con Víctor". Al otro lado del auricular espera un aspirante a actor que para sobrevivir se pone a trabajar en un teléfono erótico. Boca a boca, el último filme del exitoso director Manuel Gómez-Pereira, va tejiendo a través de esa línea caliente toda una historia de relaciones, decepciones, asesinatos Y amores. Javier Bardem, Josep María Flotats, Aitana Sánchez-Gijón y María Barranco protagonizan esta comedia de suspense que se estrena elpróximo día 11.

En Boca a boca nadie es lo que parece. Ningún personaje es como se presenta. Todos mienten, todos luchan por sobrevivir y todos viven una noche de enredos, engaños, matones y estrellas. Al alba, ninguno termina siendo lo que empezó. El hilo conductor es la linea caliente de un teléfono erótico, a través de la cual se van poniendo en contacto todos los personajes. Boca a boca narra las vicisitudes de un aspirante a triunfar en el mundo de cine, Víctor (Javier Bardem), que tiene que ponerse a trabajar en un teléfono erótico mientras espera su oportunidad de la mano de Ángela (María Barranco), su agente, que tiene puestos sus sueños en Hollywood. A través de esa línea caliente conoce a Ricardo (Josep María Flotats), un afamado cirujano plástico que oculta su homosexualidad tras el teléfono, y a Amanda (Aitana Sánghez-Gijón), una mujer tan atractiva como mentirosa e interesada.Boca a boca es el cuarto filmecomedia de Manuel Gómez Pereira, un director que a sus 42 años desconoce el fracaso comercial, y con el que se estrena como productor junto a Joaquín Oristrell y César Benítez. Sus tres anteriores realizaciones --Salsa rosa, ¿Por qué lo llaman amor -cuando quieren decir sexo? y Todos los hombres sois iguales--consiguieron cifras millonarias en-taquilla. Sin abandonar la comedia -"hay algo que no puedo olvidar, que es la ironía y el sentido del humor"-, Gómez-Pereira introduce en Boca a boca otros géneros como el suspense y la aventura. "Me apetecía jugar que el espectador nunca supiera lo que iba a pasar en la escena síguiente", explicó ayer el director.