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46 heridos en Las Rozas tras una batalla campal por la hora de cierre de los bares

Batalla campal por un rato más de música y copas. La fiesta de San Miguel, en Las Rozas (44.000 habitantes), acabó el domingo de madrugada con 46 heridos y 22 detenidos a causa de graves enfrentamientos entre los asistentes y las fuerzas de orden público, según informó la Delegación del Gobierno.Los incidentes comenzaron cuando los guardas jurados que vigilan el recinto donde se encuentran los chiringuitos y las atracciones de las fiestas, que finalizan mañana, quisieron hacer cumplir la hora de silencio en la que tenía que cesar la música: las cuatro de la madrugada. Los propietarios de los chiringuitos se negaron a cerrar y comenzó la discusión. Según la versión oficial, los guardas jurados se vieron rodeados por una avalancha de jóvenes y fueron agredidos. Intimidados por la multitud, pidieron refuerzos.

Unos minutos después acudieron efectivos de la policía local y 37 guardias civiles, 18 de ellos antidisturbios.

Los enfrentamientos acabaron a las ocho con 22 detenidos y 46 heridos. El alcalde de Las Rozas, Bonifacio de Santiago, del PP, señaló que la reyerta había sido ocasionada por personas no residentes en el municipio.

A la misma hora que la localidad recuperaba la calma, un joven de 26 años, Javier V. G., fallecía en un accidente de tráfico en la carretera de La Coruña, a la altura de Las Rozas, en dirección a Madrid. Dos mujeres resultaron también heridas, una de ellas de gravedad.

Por si fuera poco, en el festejo taurino (llamado la vaquilla del aguardiente), que comenzó a las 7.00, un hombre de 26 años, Javier R., resultó herido de gravedad al ser corneado en el cuello por un novillo nada más salir el astado a la plaza. El cuerno se le incrustó en la traquea. Anoche se encontraba en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del hospital Puerta de Hierro. Tras ser intervenido quirúrgicamente, su situación era "estable", informa Efe. Otras dos personas sufrieron también heridas al intentar auxiliar a Javier R.

Los dueños de locales y algunos jóvenes heridos critican la "actuación desproporcionada" de la Guardia Civil. La cifra de contusionados en los disturbios por el horario de cierre se dispara, según fuentes del centro de salud municipal. Un portavoz aseguró ayer que en el centro se habían atendido en la madrugada del domingo a más de doscientos ciudadanos heridos de diversa consideración. Entre ellos, hay 17 guardias civiles, cuatro policías locales -uno de ellos de carácter grave, aunque no se teme por su vida- y dos guardias jurados. Todos los heridos han sido ya dados de alta en diversos centros asistenciales.

Todo comenzó cuando los guardas jurados contratados por el Ayuntamiento pretendían hacer efectiva la normativa municipal que obliga a terminar con la música a las cuatro de la mañana. El alcalde de Las Rozas, Bonifacio de Santiago, del PP, asegura que se acordó con la peñas que la música de los chiringuitos cesase a las tres de la madrugada, informa Luis Fernando Durán.

"Sin embargo me pidieron una hora más y accedí a ello, pensando en que no iba a haber ningún problema porque podían abrir hasta las seis". Según el regidor, los incidentes fueron provocados por personas de fuera del municipio. La Guardia Civil asegura que un hombre destacó como incitador de la agresión. No facilitaron la identidad del provocador para poder detenerle.

La Guardia civil detuvo a 22 jovenes, que salieron por la mañana del cuartelillo de Las Rozas y enseñaban a sus padres las huellas que los porrazos y bolazos marcaron en su cuerpo. Todos los detenidos fueron puestos en, libertad y mañana deberán presentarse para declarar ante el juzgado de Majadahonda.

Los afectados, la mayoría jóvenes menores de edad, denunciaron ayer la violencia desproporcionada con la que actuaron las fuerzas de orden público: "Me aporrearon por la espalda, me arrastraron unos cien metros por el suelo hasta el furgón, y en ese recorrido cada agente que me veía me soltaba porrazos", declaró uno de los detenidos, de 17 años, con los brazos hinchados.

El portavoz de los propietarios de chiringuitos, Armando Moreno, comentó ayer: "La gente buscaba cobijo tras las barras de los puestos, pero los agentes metían el cañón debajo de las lonas que caen del techo para cerrar los puestos y disparaban bolas de goma". Moreno aseguró ayer que los 64 propietarios de los chiringuitos denunciarán los incidentes, y anuncia que se manifestarán hoy frente al Ayuntamiento de Las Rozas por los enfrentamientos de anoche.

Un portavoz de Jóvenes contra la Intolerancia, Esteban, Ibarra, pidió que la delegada del Gobierno, Pilar Lledó, investigue la responsabilidad del Ayuntamiento y determine si fue desproporcionada la represión policial. En enero, dos jóvenes denunciaron a la Guardia Civil de Las Rozas por malos tratos.

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