A la greña con la cultura
Al parecer, las autoridades autonómicas y municipales madrileñas andan a la greña por mantener aquellas, aconsejadas por sus asesores, que la cultura (en la Acepción más restringida de tan polisémico término: lo relativo a los frutos de las facultades humanas de crear y de razonar) de nuestra región ha de ser moderna y cosmopolita, en tanto éstas se emperran en aquello de que "lo que no es tradición es plagio".Con la legitimidad que me da mi condición de profesional del sector, quisiera terciar en la controversia para solicitar a unos y a otros que dejen que la cultura sea lo que su propia dinámica determine; lo que espontánea y libremente surja de la relación dialéctica del creador, del pensador, del investigador, con su entorno.
Que cumplan el mandato constitucional de tutelar el acceso de todos a la cultura, corrigiendo los desajustes que la no tan invisible mano del mercado produce.
Y ello, mediante la creación y el mantenimiento de las infraestructuras culturales y cauces de distribución que la iniciativa privada no está en condiciones de sufragar.
También mediante la promoción del uso y disfrute de los bienes culturales; mediante la subvención de su consumo (en razón inversamente proporcional a la popularidad del producto, para garantizar a las minorías la legítima satisfacción de sus gustos).
Pero absteniéndose absolutamente de apoyar la producción de obras de un estilo, de una tendencia, de un género, sobre las de otro; que, aconséjenles lo que les aconsejen sus consejeros, no interfieran en la personal e intransferible relación del público con sus artistas.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.