_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Gaviotas

Manuel Vicent

La gente de la mar sabe muy bien que en el momento de elegir entre un banco de caballas y sardinas plateadas que bulle a flor de agua o un estercolero de la orilla repleto de cuellos de pollo y residuos de hamburguesas, la gaviota, ese pájaro que tanto gusta a los poetas, escoge siempre la: basura posculinaria, que ha expulsado el cuerpo humano por arriba o por abajo. Una gaviota con sus alas desplegadas es el símbolo que ha elegido el partido de la derecha para fomentar los suelos de la ciudadanía. En el anagrama se la ve despegar sobre nuestras cabezas y desde la altura de su vuelo se supone que divisa toda clase de alimentos. Es muy significativo lo que pasa. Hoy la derecha española sólo crece y engorda a base del detritus socialista.. Parece que no tiene otro proyecto de nutrición que picotear obsesivamente día y noche, en ese basurero que nos ha dejado en herencia este Gobierno. No hay nada que cree más adicción que la mierda. Este principio puede aplicarse también a los intelectuales, periodistas, comentaristas radiofónicos, moralistas y sociólogos, sin excluir al obispado. La oposición sube de nivel a medida que la cloaca del partido socialista desde abajo la va empujando a la superficie. Me pregunto si la corrupción ha sido necesaria para dar prestigio a la derecha. Si esto fuera así, en el futuro todos pagaremos un precio muy duro. El Partido Popular puede gobernar mañana mismo. Mientras arremete, como es su obligación, contra tanta basura, ¿no podría su gaviota alimentarse alguna vez de caballas y sardinas plateadas? Imagino que tendrá proyectos maravillosos para desarrollar la inteligencia, las arte!, la economía y el bienestar. De lo contrario habrá que soportar dentro de poco a esos políticos que sólo han engordado con el detritus del adversario hasta hacer de esa práctica una escuela perenne de gastronomía. Esto es lo que nunca se le podrá perdonar al Gobierno socialista. Que hasta los poetas más insignes se hayan hecho especialistas, como las gaviotas, en los vertederos de la orilla.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Manuel Vicent
Escritor y periodista. Ganador, entre otros, de los premios de novela Alfaguara y Nadal. Como periodista empezó en el diario 'Madrid' y las revistas 'Hermano Lobo' y 'Triunfo'. Se incorporó a EL PAÍS como cronista parlamentario. Desde entonces ha publicado artículos, crónicas de viajes, reportajes y daguerrotipos de diferentes personalidades.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_