Holbrooke califica de "productiva" una reunión sin acuerdos en Sarajevo
ÁNGEL SANTA CRUZ ENVIADO ESPECIAL, Seis horas de negociaciones, que continuarán hoy, y ningún acuerdo definitivo. El enviado especial estadounidense para los Balcanes, Richard Holbrooke, se encerró ayer en Sarajevo con el presidente bosnio, Alia Izetbegovic, y una delegación de su Gobierno para intentar arrancarles concesiones en un acuerdo de alto el fuego en Bosnia. En la reunión, calificada por Holbrooke de "productiva" se trató también la planeada división territorial de Bosnia y en especial de los casos de Sarajevo y el más complejo de Gorazde.
El emisario estadounidense, que viaja hoy a Zagreb y Belgrado, descartó que los serbios de Bosnia puedan llegar a alcanzar la independencia a través de los acuerdos en marcha, como aseguran sus líderes. En Bruselas, los embajadores de la OTAN ya discutían ayer los preliminares de la fuerza multinacional que desembarcará en este país para garantizar la paz.Izétbegovic, con cara de pocos amigos, enumeró en una declaración telegráfica las condiciones en que su Gobierno, que ahora tiene la iniciativa militar, aceptará un armisticio en Bosnia-Hercegovina: levantamiento por los serbios del sitio de Sarajevo, corredor permanente hacia el enclave oriental de Gorazde y desmilitarización de Banja Luka, la plaza fuerte serbobosnia.
El presidente bosnio recalcó ante los periodistas, y Holbrooke confirmó, que Clinton se ha comprometido con la integridad territorial de Bosnia. "Será un sólo país con dos entidades", recalcó el negociador estadounidense,, que se acogió a las instrucciones de su Gobierno para no desvelar un sólo detalle de sus actuales negociaciones.
Sí destacó que están todavía por verificar las promesas serbias sobre apertura de comunicaciones en Sarajevo y consideró una prueba de fuego, en este sentido, la partida hoy de un convoy civil escoltado por la ONU entre la capital y la ciudad vecina de Kiseljak a través de territorio serbio. El diplomático estadounidense se entrevistó anoche con el jefe de los cascos azules en Bosnia, general Rupert Smith, para conocer el dispositivo montado por las tropas de Naciones Unidas y la Fuerza de Reacción Rápida, en caso de hostigamiento por los serbios.
Holbrooke se había curado en salud a su llegada a Sarajevo asegurando que son todavía enormes las diferencias que separan a los. contendientes en. esta guerra de cuatro años. "Cada paso nuevo es tan difícil como el anterior" dijo. El centro de la ciudad había amanecido tomado por Ejército y policía como si de la visita del mismo Clinton se tratase, con calles cortadas y aparcamientos bloqueados. Holbrooke había destacado como punto prioritario de su agenda analizar con el Gobierno bosnio los acuerdos de Nueva York.
Estos principios básicos aceptados hasta ahora por musulmanes, croatas y serbios se refieren a las grandes líneas del marco territorial y constitucional que ha de albergarles a todos en una futura Bosnia en paz. Un Estado soberano y unitario, integrado por una entidad federada de musulmanes y croatas, y otra que comprenderá a los serbios de Radovan Karadzic.
Como la casa se ha empezado a construir por arriba, todavía nadie ha echado pie a tierra para discutir - los puntos de los que en última instancia depende el progreso de las negociaciones: un alto el fuego general -que ayer el presidente Clinton anunció que ya es próximo-, el bosquejo territorial del futuro Estado o la situación final de patatas calientes como Sarajevo y Gorazde. Extremos éstos que Holbrooke comenzó ayer a debatir.
Frentes estabilizados
Los combates continúan entre tanto en el noroeste de Bosnia, aunque los frentes parecen estabilizados, según las Naciones Unidas. Los portavoces de la ONU, sin embargo, informan de los pormenores bélicos con todas las cautelas, porque su acceso a los frentes es prácticamente nulo.
Los impedimentos no lo son tanto de los radicales serbios. Hace tres días que los mandos del VII Cuerpo Bosnio vetan a los cascos azules entrar a la zona de Doriji Vakuf, en Bosnia central.
Hoy se pondrá a prueba en Sarajevo la buena fe proclamada por el bando serbio cuando circule bajo protección de la ONU el primer convoy de civiles -sólo autocares y camiones-entre la capital Bosnia y la vecina localidad de Kiseljak, bajo control croata, a través del barrio serbio de Ilidza. La progresiva libre circulación de las personas es un punto clave del paquete de compromisos aceptado por Pale a raíz de los bombardeos aliados. que levantaron este mes el cerco artillero de la capital. La portavoz de los cascos azules, Myriam Sochacki, dijo ayer que los serbios no podrán detener el convoy ni registrar los vehículos que lo integren. Las tropas de la ONU no lo consentirían, dijo.
Washington está acelerando al límite la agenda balcánica. La reanudación por Holbrooke en Sarajevo de su diplomacia de puente aéreo ha coincidido con una reunión en Bruselas de los 16 embajadores de la Alianza Atlántica para discutir los preliminares del envío a Bosnia de una fuerza multinacional de combate encargada de preservar sobre el terreno el acuerdo de paz que se está gestando. Sobre este gran contingente de alrededor de 50.000 hombres -la mitad estadounidenses- son muchas más las incógnitas que las certezas.
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