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Bruselas se enfrenta a Bonn para devolver la credibilidad a la UEM

Las bolsas y la deuda europeas tomaron aliento ayer tras las recientes pérdidas pese a la debilidad del dólar y la brecha abierta entre Bruselas y Bonn sobre el acceso a la moneda común europea. Varios representantes de la Comisión Europea insistieron en la necesidad de mantener el compromiso de pasar a la tercera fase de la unión monetaria en enero de 1999. Alemania, en boca esta vez del canciller Helmut Kohl, insistió en que el estricto cumplimiento de los criterios de convergencia es prioritario al calendario. La voz del PP en el Parlamento Europeo, Abel Matutes, afirmó que la introducción de la moneda única debe retrasarse.

"El calendario no es más que una fecha tentativa, puramente voluntarista", dijo Matutes, ex comisario europeo y actual líder de los eurodiputados del Partido Popular (PP), en un almuerzo con periodistas españoles en el Parlamento Europeo, apuntándose así a las tesis de Italia y de los países que menos cumplen con los criterios de convergencia del Tratado de Maastricht. Matutes afirmó que "es muy difícil" que España pueda entrar en 1999 en la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria y defendió por ello que esta fase se retrase, tal como pide Italia, un país cuya participación en este proceso fue descartada hace pocos días por el ministro alemán de Finanzas, Theo Waigel.La Comisión Europea se opone rotundamente a alterar los criterios de convergencia, pero también los calendarios. Alemania es el principal valedor de que los criterios no se pueden alterar aunque algunos países se queden fuera de la UEM. Ayer se reiteró en ese sentido el canciller Kohl en el Consejo de Europa, en Estrasburgo. Para Alemania lo importante es que la moneda única sea fuerte y lo secundario es cuándo se podrá alcanzar.

Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión y los gobernadores de los bancos centrales se reunirán mañana en Valencia para preparar el pase a la moneda única. La polémica sobre condiciones y calendarios corre el riesgo de desnaturalizar el objetivo de la reunión: fijar las orientaciones políticas que permitirán dar paso a las decisiones técnicas que deben recibir el visto bueno de los Quince en el Consejo Europeo del 15 de diciembre en Madrid.

La tensión que se vive en Bruselas por la polémica desatada en torno a la moneda única tuvo reflejo ayer en la decisión de la Comisión de suspender el empleo al alto funcionario comunitario que criticó hace dos semanas la unión monetaria y llegó incluso a afirmar que la moneda única provocaría una nueva guerra entre Francia y Alemania. Bemard Connolly era funcionario europeo desde 1979 y responsable de los servicios de los asuntos monetarios.

El cruce de declaraciones entre Bonn y Bruselas y la intención de algunos países de relajarse en el cumplimiento del calendario sigue desestabilizando a los mercados financieros europeos periféricos (fuera del área de influencia del marco), debilitados ya por la nueva depreciación del dólar frente a la moneda alemana.

Con todo, hubo una cierta corrección en el tono negativo del día anterior. La presión se concentró casi en exclusiva en Italia, donde los presupuestos aprobados por el Gobierno de Lamberto Dini decepcionaron por no ser más ambiciosos en el recorte del gasto. España, que a menudo es comparada con Italia, sufrió por contagio una pequeña oleada de ventas. La rentabilidad del bono a diez años español quedó en el 10,93%, algo mejor que el 11% que llegó a tocar el día anterior. Su diferencial con Alemania, que refleja la desconfianza del ahorro extranjero en España, se estrechó hasta 4,27 puntos porcentuales frente a los 4,34 del miércoles.

La peseta se depreció ligeramente con el marco y al cierre europeo cotizaba a 86,54 unidades por marco (86,27 el miércoles). El dólar pudo contener sus pérdidas y al cierre registraba una ligera depreciación: se situó a 1,4217 marcos (1,4230 el día anterior) y 99,0 yenes (100 yenes la víspera). Frente a la peseta se apreció incluso hasta. 123,07, cuando el miércoles costaba 122,78. La Bolsa de Madrid retrocedió un 0,39%.

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