El nivel de cada cual

El pasado mes de mayo Joaquim Xicoy reclamaba desde las páginas de un conocido rotativo catalán decoro a José Mª Aznar, al que reprochaba que utilizase citas de Cambó para reforzar y avalar sus propios planteamientos. No deja de ser curioso que la invocación de una figura a la que Salvador de Madariaga definiera como. "el genio político mejor dotado que ha producido la España actual" suscite en el micronacionalismo oficial estas oleadas de desasosiego, habida cuenta del olvido al que han sometido su pensamiento y su trayectoria, cuando no al rechazo más explícito. Así, el jefe de filas de Joaquim Xicoy, Josep Anton Duran i Lleida, declaraba enfáticamente a finales de junio: "Nuestro modelo, el de Unió, no es el de Cambó... nuestros orígenes no son (sic) la Lliga. Al revés, nuestros fundadores son gentes que dejaron la Lliga por carecer esta formación de una política social contundente y por algunas tibiezas en la defensa de la personalidad nacional de Cataluña". No cabe duda que Carrasco i Formiguera no se manifestó nada tibio en las reuniones que fraguaron el pacto de San Sebastián en agosto de 1930 al solicitar ni corto ni perezoso el derecho de autodeterminación para Cataluña, ni tampoco le tembló el pulso a la hora de formar parte del efímero Gobierno ilegal y sedicioso que constituyó Maciá el 14 de abril de 1931 y que duró los tres días que tardaron en volar a Barcelona Fernando de los Ríos, Marcel.lí Domingo y Lluís Nicolau d'Olwer para reconducir los delirios del Avi, del cual dijo Cambó que en esta ocasión había puesto en ridículo a Cataluña. Parece claro que para el líder de Unió la sensatez es sinónimo de tibieza y que la defensa de la personalidad nacional de Cataluña consiste en entregarse al juego de los disparates.En cuanto a las políticas sociales contundentes que complacen a Convergencia i Unió, a juzgar por lo que han venido apoyando en Madrid a lo largo de la última década, consisten esencialmente en provocar un 22% de paro, condenar a un millón de familias a vivir de los subsidios públicos y desangrar al país con un déficit de 11.000 millones de pesetas diarios. En cualquier caso, no es hoy mi propósito poner en evidencia los motivos por los cuales la tradición de la que se nutre Convergència i Unió es, en muchos aspectos decisivos, incompatible con la doctrina camboniana. Quisiera, en cambio, demostrar que el método utilizado por Joaquim Xicoy para acusar a Aznar de comportamiento intelectualmente indecoroso, a saber, soltar una retahíla de citas descontextualizadas y sesgadamente seleccionadas, se desmonta rápidamente suministrando al presidente del Parlament de Cataluña una ración de su propia medicina. Escuchemos al Cambó ignorado por el muy decoroso Joaquim Xicoy:

"Yo he declarado y repito aquí que España es una cosa viva, que siglos de convivencia, de disfrutar y de sufrir las mismas bienandanzas y los mismos desastres... que la situación geográfica que nos manda a todos que la trabazón de nuestros intereses económicos, que todo, hace que España sea una cosa viva, que no sea únicamente un poder, sino que sea . una sustancia".

"El separatismo en los pueblos es como el suicidio en los individuos, es un acto de desesperación, casi de irresponsabilidad".

"Soy uno de los españoles que más trabajan para que a España... le aguarde un porvenir de grandeza".

"Sin mi enfermedad, España no hubiera conocido la Segunda República".

"No creo que Cataluña pueda ser rica en una España pobre, que Cataluña pueda ser culta en una España atrasada, que en Cataluña pueda florecer la libertad si en el resto de España domina la opresión... Recluirse, apartarse, sería la mayor de las ignominias".

"Por amor a España, cuya grandeza acompañará a la grandeza de Cataluña".

"Toda España vueIve los ojos hacia Cataluña y Cataluña puede prestar un gran servicio a España abriéndole el camino y arborando una bandera".

"No sólo hemos de repudiar, como repudiamos, los catalanes todo propósito de separación material, sino que el simple divorcio moral de Cataluña para con el resto de España es ya un daño considerable y un intento suicida".

"Sería egoísmo insensato que Cataluña se contentara con gozar sólo de las ventajas que con ello puede obtener, arrancando de poderes débiles concesiones y ventajas en su exclusivo interés, mientras los abusos y corruptelas de la vieja política imperan en el resto de España".

"La grandeza de España y la de Cataluña no son sólo compatibles, sino consustanciales".

"Tengo una fe ciega en España. Creo que tiene un inmenso porvenir".

"Cuanto más catalanes os sintáis, más trabajaréis por una gran España".

"Yo os digo, señores, que no he conocido aún a un español que sienta España más que yo, que piense en su grandeza más que yo, y que, respecto a la integridad y a la efectividad de la soberanía del Estado, tenga un concepto más riguroso y más ambicioso que el mío".

"Yo prefiero que Cataluña tenga más merecimientos que libertades y derechos".

"Porque nosotros hemos vinculado los momentos de nuestro triunfo con los momentos de excelsitud de España y la grandeza de Cataluña".

Las citas aquí recogidas abarcan. el conjunto de la dilatada carrera política de Cambó, y corresponden a los años 1907, 1910, 1912, 1916, 1917, 1918, 1923 y 1934. Resulta aparente que los textos escogidos por Joaquim Xicoy y por mí obedecen a distintos criterios, lo que nos podría llevar a la conclusión de que evocamos a dos Cambó muy diferentes, incluso contradictorios. No hay tal. Incluso el águila más poderosa, cuando se ve zarandeada por la tempestad o debilitada por la falta de alimento, se acerca al suelo en vuelo rasante abdicando temporalmente de su majestad. Pero tan pronto recobra las fuerzas, su auténtica naturaleza le impulsa a remontar las nubes para contemplar la tierra desde las alturas que ennoble cen los deseos y dilatan las ambiciones. Cambó, como todos los espíritus realmente excepcionales, tuvo momentos de desfaecimiento y pesimismo, que se alternaron con periodos de plenitud y de gloria. Joaquim Xicoy ha preferido resucitar al Cambó doblegado por la dificultad y la incomprension, yo me he inclinado por recuperar los latidos del Cambó pletórico de energía y de esperanza. Decía Ortega que la filosofia es un problema de nivel, y si la política puede ser considerada mia rama de la filosofía moral, cada, uno se sitúa políticamente en el nivel que le resulta más cómodo. Al dirigir una mirada retrospectiva sobre el perfil más egregio de la vida pública catalana de este siglo, el Partido Popular ha buscado su nivel y Convergencia i Unió el suyo. Cataluña tendrá muy pronto la oportunidad de elegir entre los trompicones mezquinamente atentos a los más mínimos accidentes del terreno o la rauda, exaltante y soleada conquista aérea de las cumbres.