La música budista irrumpe en el mercado discográfico
Un lama graba un álbum de mantras con fondo 'New age'
Acaba de publicarse en España El canto del lama-Deseos para despertar, un disco en el que el lama Gyourmé canta algunos mantras budistas acompañado por el músico francés Jean-Philippe Rykiel. Cinco oraciones, tibetanas milenarias, transmitidas oralmente de generación en generación, adquieren una nueva dimensión al coligarse sosegadamente con sofisticados sintetizadores. Oriente y Occidente se alían en una búsqueda ética, y estética de la quietud y el silencio para conseguir la paz interior.
El lama Gyoumé tiene la sonrisa perenne de las efigies budistas. Envuelto en sus túnicas y su exotismo, Gyourmé se ha movido dos días por el vértigo madrileño sin perder un solo momento el talante beatífico. A los cuatro años ingresó en el monasterio budista de Dian Tchoub Tcheu Ling, en Bután. Desde entonces se ha dedicado a las escrituras sagradas budistas y a las artes tradicionales de su país. En 1968 adquirió la categoría de ouzme (maestro de música) en el monasterio de Sonora (India). Reside en Francia desde 1974 y actualmente lidera el centro Vajradhara Ling, en Normandía.Gyourmé interpreta así la creciente atención que suscita el budismo en Occidente: "A pesar, de los avances científicos y tecnológicos, Ia gente nota que le falta algo. Hay mucho desasosiego interior. Mucha insatisfacción. Nosotros aportamos una sabiduría milenaria. El budismo surgió en el siglo V antes de Cristo, desde entonces hemos ejercido la tolerancia, se puede ser budista sin abandonar otras creencias. Nosotros mostramos canunos para encontrar la paz interior". Para gozar con este disco no hace falta demasiada preparación, ni siquiera una conciencia religiosa especial. Así lo explica el lama. "Sólo es preciso tener una mente abierta, dispuesta a recibir lo positivo y deshacerse de lo negativo. A través de esta música se transmite relajación y paz espiritual. Sólo hay que dejarse envolver por los sonidos".
En los rituales tibetanos, estas oraciones van acompañadas por trompetas, flautas, timbales, conchas, campanas, tambores y otros instrumentos autóctonos. En El canto del lama, todo eso ha sido sustituido por los sintetizadores de un prestigioso músico francés, Jean-Philippe Rykiel. Nacido en 1961, Rykiel se apasionó por los sintetizadores a través de su maestro Pierre Henry. Ha colaborado como programación en algunos discos de Vangelis, y ha compuesto temas para Leonard Cohen. Pero su principal especialización son las músicas étnicas, en particular las africanas. Ahora ha entrado de lleno en la música tibetana, pero matiza: "Esto no quiere decir que yo sea budista, de igual modo que no soy islámico por haber trabajado con artistas norteafricanos. Siempre me ha fascinado la música que viene de lejos. Los mantras budistas han sido mi último descubrimiento".
Babelia
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