Rupérez insinúa que hubo un pacto entre Chirac y Obiang para liberar a Moto
El portavoz de Exteriores del Partido Popular (PP), Javier Rupérez, insinuó ayer que Jacques Chirac, presidente francés, influyó en la liberación del líder opositor ecuatoguineano, Severo Moto, favoreciendo al hijo del dictador, Teodoro Obiang. "No sería imposible que hubiera habido algún tipo e entendimiento para que las autoridades franceas dulcificaran las penas que iban a caer al hijo de biang [detenido poco antes en Francia por narcoráfico] y a cambio Severo Moto fuera liberado", dijo Rupérez.
Javier Rupérez aseguró ayer que José María Aznar, presidente del PP, pidió expresamente a Chirac que mediara ante Obiang para lograr la liberación de Moto, condenado a 28 años de cárcel en un juicio sin garantías por participar en un golpe de Estado. Chirac reconoció que intercedió "firme y amistosamente" ante el presidente guineano a favor de Moto cuando coincidió con él en Libreville (Gabón) a finales de julio, si bien, según publicó entonces el diario francés Le Monde, lo hizo a petición de las autoridades españolas [véase EL PAÍS, del 25 de julio].Rupérez pidió al ministro español de Asuntos Exteriores, Javier Solana, que comparezca ante una comisión del Congreso para que informe de la autoría de las filtraciones sobre un intento de golpe en Guinea. Rupérez aventuró que esas informaciones, publicadas en EL PAIS del pasado lunes, "pusieron en peligro la vida de Severo Moto, así como el futuro de las relaciones entre España y Guinea".
El portavoz de Exteriores del PIP, partido ideológicamente próximo al PP guineano, aseguró no tener constancia de que Moto "haya tenido la más mínima tentación de recurrir a la violencia" para derrocar al presidente Obiang, y calificó de extremadamente grave el supuesto hecho de que hayan sido diplomáticos españoles en activo quienes han filtrado esa información que, a su juicio, "es sesgada y en muchos aspectos falsa".
Para Rupérez, existe una "grave responsabilidad" por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores por las consecuencias de la publicación de esa noticia, y afirma que se trata de una muestra más de la falta de control por parte del Gobierno de la política exterior',, dando por sentado que el origen de la información es el propio Ministerio de Exteriores. La Oficina de Información Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores señaló ayer que "la mera hipótesis de la implicación de diplomáticos españoles responsables en temas de Guinea como origen de las filtraciones no se sostiene y es absurda".
El portavoz de Exteriores del PP puso en duda que un intento de golpe de Estado en Guinea Ecuatorial fuera noticiable: "Tampoco es tan noticia, suponiendo que lo fuera, si Moto en su momento hubiera montado lo que se dice que montó". A Rupérez no le encaja en el carácter de Severo Moto la maquinación de un golpe de Estado, aunque admite que puede que malos asesores se lo hayan sugerido. E insistió en que "el único golpista que ha habido en Guinea es el señor Obiang. Es algo que no conviene olvidar, y que sigue existiendo una férrea dictadura en la ex colonia española".
El propio Moto, líder del Partido del Progreso (PP), insistió en que nunca intentó un golpe de Estado en Guinea, aunque admitió que ha recibido numerosas sugerencias de participar o desencadenar un golpe de Estado para acabar con la, dictadura de Obiang. "Nunca me he dejado llevar por la vía de la violencia", recalcó Moto. "En estos 12 años de ejecutoria democrática de nuestro partido nos han dicho muchas veces que hemos estado haciendo el indio por elegir la vía del diálogo y de la democracia".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.