Pujol estimaría "inaceptable" que González celebrase las elecciones después de marzo

Sería "inaceptable" que las elecciones legislativas no se celebraran, a más tardar, el 24 de marzo, dijo ayer en Washington el presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, ante las noticias de que dirigentes del PSOE animan a Felipe González a agotar la legislatura gobernando en minoría y olvidando su oferta de convocar elecciones en marzo de 1996.

"CiU y yo mismo no entenderíamos, ni haríamos esfuerzo alguno para entenderlo, y no lo consideraríamos correcto, que las elecciones [generales], a más tardar, no fueran el 24 de marzo. Lo que pase de esa fecha sería inaceptable", dijo el dirigente nacionalista.Pujol reiteró que lo mejor para el país sería que los comicios legislativos se celebraran ahora mismo, pero implícitamente dio por hecho que habrá de esperar a marzo. Alegó que dos años de apoyo al Gobierno soportando ataques inmisericordes le dan autoridad moral para reclamar de González que cumpla su compromiso del pasado mes de julio, de clausurar la legislatura en marzo próximo.

El líder nacionalista salió al paso de las esperanzas de algunos socialistas, incluido al parecer el propio González, de que una vez celebradas las elecciones catalanas este otoño todo volverá a ser como antes en las relaciones entre CiU y el Gobierno."No es verdad que, después de las elecciones catalanas, todo vaya a ser igual. Ya habremos votado contra los Presupuestos y mantendremos nuestra posición porque creemos que lo mejor para el país es que se adelanten las elecciones generales, y para ello debemos convencer al Gobierno de que no tiene nuestro apoyo", dijo Pujol en el Centro Nacional de Prensa de la capital norteamericana, donde pronunció una conferencia sobre regionalismo y nacionalismo en Europa.

Pujol desautorizó al portavoz de CIU en el Parlamento catalán, Raimon Escudé, por haber dado ayer por seguro que el lunes él firmará el decreto de disolución de la Cámara catalana para celebrar así elecciones autonómicas el 19 de noviembre, confirmando las previsiones periodísticas. Lo mismo dijo, si bien de forma menos rotunda, el portavoz nacionalista en el Congreso de los Diputados, Joaquim Molins.

"He dicho en varias ocasiones desde que llegue a Washington, que de estas cuestiones [el calendario electoral catalán] no hablaré aquí ni explicaré cuál va a ser nuestra decisión. Y no necesariamente he tenido que tomar ya una decisión. Pero todo el mundo va elucubrando, va pensando sobre esto y hace su comentario, expresa su opinión, hace su pronóstico, su quiniela. Y si todo el mundo, lo hace, pues seguramente nuestro portavoz en el Parlamento de Cataluña habrá pensado que él también tiene derecho a hacer su propia quiniela. Y la ha hecho. Pero es la quiniela de Escudé. No deseo hablar de estos temas", afirmó Pujol.

Para que lo entiendan los estadounidenses, Pujol puso el ejemplo de Quebec y sus aspiraciones a ver reflejada su personalidad distinta a la del resto de Canadá para hacer comprender las aspiraciones de Cataluña de que se le reconozca su singularidad en el marco del Estado de las autonomías español. Quebec está en puertas de un referéndum que puede conducir a su independencia. Preguntado por la viabilidad económica de un Quebec independiente, Pujol dijo anteayer que es perfectamente viable, ya que la provincia francófona es más rica que muchos de los Estados independientes actuales. ¿Y Cataluña, desde el punto de vista puramente económico?, le preguntó horas después un periodista. "Desde el punto de vista puramente económico, esto ya lo ha dicho muchas veces Trias Fargas [economista ya fallecido, que fue presidente de Convergència Democrática]. Claro que sí. Cataluña es económicamente más importante que Portugal. Si Cataluña es 100, Portugal es 80. Más o menos", contestó.