Aznar sugirió el homenaje a la Generación del 27 al concejal de Cultura antes de su nombramiento

El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, Juan Antonio Gómez Angulo, llegó a su actual puesto con un encargo del presidente de su partido, José María Aznar, de quien se dice viejo amigo. Durante una corrida de toros en Las Ventas, a la que Gómez Angulo había invitado a su jefe máximo, éste le sugirió la idea de un homenaje a la Generación del 27, con motivo del centenario del nacimiento de algunas de sus figuras más insignes. El edil no había recibido todavía su nombramiento: Aznar se lo confirmó, pero no le prometió recursos económicos.

Así las cosas, Gómez Angulo tendrá que devanarse los sesos el hilar muy finas las madejas presupuestarias de su departamento para llevar adelante un homenaje digno a algunos de los poetas más relevantes en lengua castellana. De ahí que las únicas dos propuestas que ha lanzado de momento no comprometan ni un duro de las menguadas arcas de la cultura municipal.La rehabilitación de la casa del premio Nobel Vicente Aleixandre, en el número 3 de la calle que lleva su nombre, correría a cargo de los presupuestos de reacondicionamiento del centro de la capital.

Un libro conmemorativo del centenario del nacimiento de Gerardo Diego, (una antología con comentarios críticos de diversos expertos), que se celebrará en 1996, tampoco se apuntará en la columna de los gastos culturales.

"Se puede editar ese libro en vez de cualquier otro de los que habitualmente se realizan en la imprenta municipal como regalos institucionales del Ayuntamiento", razona Gómez Angulo. Por el momento, nada que convoque a las musas a Madrid, como sucedió durante la conmemoración del tercer centenario de la muerte de Góngora en 1927 en Sevilla. Claro que hace casi cincuenta años los poetas contaron con el mecenazgo de un torero, Ignacio Sánchez Mejía, para acudir a la capital andaluza, así como de o tros artistas.

Con este pronóstico, poco tienen que temer aquellos que ven en el homenaje a los poetas del 27 un intento del PP de apropiarse de un patrimonio cultural que le es ajeno. La polémica veraniega desatada por la nueva estrategia cultural del PP sólo sirvió para que Azñar reiterase su deseo a Gómez Angulo.

Los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Madrid sí tiemblan ante la consigna de agiornamiento [puesta al día] que parece haber lanzado Aznar a sus seguidores. "Cómo nos vamos a oponer a un homenaje a algunos de nuestros mas queridos escritores", se duele un concejal de IU.

En un intento de atenuar las reivindicaciones casticistas del alcalde, José María Álvarez del Manzano, pero sin comprometerse con la llamada al cosmopolitismo del gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón (faltaría más, siendo aznarista convencido), Gómez Angulo ha eliminado algún departamento heredado (el de programación) y cambiado otros. Tratará así de evitar meteduras de pata tan estupefacientes como la cometida poco antes de llegar él a la concejalía y que corre de boca en boca por los pasillos municipales como ejemplo de estrechez de miras de algunos responsables del PP.

Una ocasión perdida

Los promotores del Johny Music Festival propusieron al Ayuntamiento celebrar sus actuaciones en el patio del Centro Cultural-Conde Duque. La lista de primeros espadas de la música mundial mojaba el gaznate de cualquier aficionado, por poco entusiasta que fuese: Bob Dylan, George Benson, Manhattan Transfer...El Ayuntamiento sólo tenía que aportar el local y negociar unas condiciones que no podían más que ser favorables para los ciudadanos. Y el planteamiento encajaba en la línea del PP de dar vía libre a la iniciativa privada.

Pues bien, los responsables de la programación de los Veranos de la Villa no sólo no ofrecieron toda suerte de facilidades a los empresarios, sino que quisieron cobrar una cantidad tan alta por el alquiler del local que finalmente decidieron llevar sus actuaciones a la terraza La Riviera.

Gómez Angulo atribuye que se haya "colado" semejante oportunidad a la inercia de los departamentos municipales y los funcionarios. A partir de ahora promete recibir a todos los que acudan a la concejalía con un buen espectáculo. Así no podrá escudarse en los furicionarios. Eso sí: en caso de que el homenaje a los poetas fracase, siempre podrá suspirar: "Me lo dijo Aznar".