Un agricultor, acribillado a tiros junto al río Tajo

Julián García Ortega, un agricultor de 52 años encontrado muerto el domingo en el río Tajo, cerca Aranjuez (38.906 vecinos), murió acribillado a tiros.

Según los resultados de la autopsia, el cadáver tenía tres disparos de pequeño calibre. Una bala se alojó en la cabeza y otra en el pecho. La tercera, al intentar protegerse la cara, le atravesó el brazo.

La víctima había sido concejal del Partido Popular durante el pasado mandato en la localidad donde residía, Añover del Tajo (4.500 habitantes), en la provincia de Toledo. Estaba casado, tenía tres hijos y un nieto. Su cuerpo sin vida fue hallado semioculto entre unos matorrales en las cercanías de la Barca de Añover, en la margen izquierda del río, una zona en la que peatones y vehículos cruzan el río en una barcaza y que está próxima al paraje conocido como Las Infantas.

Funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía de Aranjuez intentaban ayer esclarecer el crimen. Según las primeras investigaciones, los agentes sospechan de dos ciudadanos portugueses que fueron vistos en la finca de la víctima el pasado domingo a bordo de un vehículo Fiat Uno.

La policía baraja la hipótesis del robo como móvil del crimen. "El fallecido sospechaba desde hace algunos días que alguien le estaba quitando algunos animales", indicó ayer la policía. El mismo domingo descubrió al llegar a su granja de Aranjuez que le faltaban varias gallinas, según contó un pariente de la víctima.

Julián García Ortega era una persona muy popular en su pueblo de Añover del Tajo. "Aunque este pueblo no es muy grande, aquí todos le conocían", indicó un vecino. El fallecido se ganaba la vida trabajando las tierras de numerosos vecinos de la localidad. En su pequeña granja de Aranjuez cultivaba melones. García Ortega fue enterrado ayer en Añover.