La ONU pide a musulmanes y croatas que paren su ofensiva para no dinamitar el proceso de paz
Las Naciones Unidas advirtieron ayer que la ofensiva combinada de musulmanes y croatas de Bosnia contra los serbios, que les ha llevado en los últimos días a controlar al menos la mitad del territorio, puede socavar los esfuerzos internacionales para llevar la paz al país balcánico. "Esperamos que se contengan y no pongan en peligro los progresos logrados" dijo Chris Gunness, uno de los portavoces de la ONU en Sarajevo. El negociador de Clinton, Richard Holbrooke, se entrevistó de nuevo en Belgrado con el presidente Slobodan Milosevic y reiteró que el futuro de la guerra "puede decidirse en días".
El Comando Sur de la Alianza Atlántica, que supervisa con la ONU la retirada de la artilleria pesada serbia de Sarajevo, dijo que los serbobosnios se están llevando a un ritmo "relativamente aceptable" sus tanques, cañones y morteros a más de 20 kilómetros. El domingo por la noche, la OTAN amplió en tres días el plazo para que las tropas del general Ratko MIadic cumplan con el ultimátum aliado.Un casco azul danés murió y otros nueve resultaron heridos ayer por disparos de artillería en el norte de Bihac, en el noroeste de Bosnia. Precisamente, la mayor preocupación de la ONU son ahora los combates en esa zona, que han lanzado a las carreteras a miles de serbios que huyen de los musulmanes y croatas, y han alterado de manera muy importante el balance territorial de los bandos en guerra desde hace tres años y medio.
Un portavoz de los cascos azules, Chris Vernon, dijo que cada una de las dos partes controla ahora "el 50%, en una estimación cautelosa, y la tendencia es desfavorable a los serbios". Las tropas de Radovan Karadzic controlaban hasta hace unos días el 70% de Bosnia. En el plan de partición acordado en Ginebra hace menos de dos semanas, los serbios se quedarían con un 49% del territorio y la federación de musulmanes y croatas con el 51%. Informaciones del Gobierno de Sarajevo aseguraban ayer que sus fuerzas siguen avanzando y amenazan las localidades serbias de Prijedor (50 kilómetros al oeste de Banja Luka) y Bosanski Novi. Los ultranacionalistas de Karadzic aseguran que han establecido firmes líneas de defensa en torno a Banja Luka, su ciudad más importante, y los montes Orzen, al este. Decenas de miles de serbios huyen ahora desde Banja Luka hacia Derventa, en el noreste, más cerca de Serbia.
El ministro de Exteriores bosnio, Mohamed Sacirbey, dijo ayer que su Gobierno no pretende la caída de Banja Luka. Sacirbey hizo esta afirmación aprovechando la visita a Sarajevo de Malcolm Rifkind, ministro británico de Exteriores. El viceprimerministro croata, Rosiljko Misetic, ha declarado por televisión que "Croacia tiene mucho interés en que la zona de Banja Luka forme parte de la Federación Bosnia [entre croatas y musulmanes]".
Túdjman y el presidente de Bosnia, Alia Izetbegovic, tienen previsto reunirse hoy en Zagreb con el emisario estadounidense Richard Holbrooke. Uno de los temas sobre la mesa será el futuro reparto entre estos inestables aliados del 51% de Bosnia.
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