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SANGRE EN LAS FIESTAS

"Tuve que abrirme paso a empujones"

Juan Cruzado Martínez, de 20 años, conocido en el mundo del toreo como Astillita, ha reconocido que llegó unos segundos tarde al toro que corneaba mortalmente al joven Raúl Cañete el pasado domingo en el encierro de Parla, donde él ejercía las tareas de director de lidia. Astillita ha señalado, sin embargo, que el motivo de su tardanza fue la cantidad de público que se agrupaba en los burladeros de la plaza de toros.

Los organizadores del encierro incluyeron oficialmente a Juan Cruzado, Astillita, como director de lidia sólo 24 horas antes de celebrarse el encierro, a requerimiento de la Comunidad de Madrid (donde se comprobó que faltaba ese requisito). Todos los dobladores (mozos provistos de capote) que participaron en el festejo tenían como director al presidente de la peña Don Popeye, José Carnicero, de 42 años. Ninguno sabía de la presencia del novillero profesional (según el Reglamento Taurino, el director de lidia debe ser un diestro inscrito como tal en los registros), por lo que no hubo ninguna coordinación con él. Carnicero no cumplía esa condición de profesional taurino.

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El novillero declaró ayer a EL PAÍS : "Aquello era un desastre. Mi burladero estaba lleno de gente y cuando vi la cogida tuve que abrirme paso a empujones". Para su apoderado, Antonio Martínez, Pericón, gaditano de 65 años, "Astillita es un héroe, se lanzó a la desesperada mientras otros novilleros que había en la plaza estaban paralizados".

"Un sentido increible"

Astillita, como puede verse en las imágenes tomadas por un videoaficionado, llega al toro tras la cornada y consigue darle dos capotazos antes de ser desarmado por el morlaco. "El toro tenía un sentido increíble, le di dos pases y ya me buscaba el pecho. Además, los que le tiraban del rabo, aunque querían ayudar, aumentaban la confusión", ha lamentado el novillero. En efecto, los mozos que intentan apartar al toro se interponen en el camino del novillero, lo que retrasa tres segundos su efectividad (véase EL PAÍS del jueves). En total, Astillita tardó 15 largos segundo en auxiliar al corredor corneado.El novillero, natural de Quintanar de la Orden (Toledo), ya ha ejercido tareas de jefe de lidia en otras plazas. Por tal cometido, el empresario taurino en quien el Ayuntamiento de Parla delegó la organización de los festejos le paga unas 30.000 pesetas por día. Juan Cruzado recalca que nunca ha tenido ningún problema en esas tareas. "Lo de Parla me dejó deshecho, porque no pude ejercer bien las tareas de director de lidia; aunque, de corazón, creo que hice todo lo posible por salvar al pobre chaval".

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Astillita, alumno durante tres años de la Escuela Taurina de Madrid, se ha fraguado como novillero en el espectáculo cómico-taurino de El Bombero Torero. Ahora quiere ayudar a la familia de Raúl Cañete organizando una novillada en memoria del fallecido. Para el diestro, "es una ocasión muy bonita para que todos nos volquemos y los padres reciban una ayuda económica". Su apoderado ha señalado que ya se le ha sugerido al empresario la posibilidad de un festtival taurino.

Tanto Astillita como Antonio Martínez, consideran "una verdadera salvajada los toros que se soltaron en el encierro". Para Pericón, "eran toros viejos, grandes, astifinos, y con un sentido que podían haber organizado una verdadera carnicería".

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