"No he querido verlo en televisión"

Un vecino de Parla (72.000 habitantes) que prefiere permanecer en el anonimato fue quien grabó las impresionantes imágenes de la cogida mortal de Raúl Cañete el pasado domingo.

Gracias a ese testimonio visual se ha podido analizar la cogida del estudiante de 18 años. Según se desprende de la grabación de vídeo, el corredor permaneció 15 segundos a merced de la res sin que nadie en ese tiempo le echara un capote. Cuando el director oficial de lidia, Juan Cruzado, Astillita, acude por fin y se lleva al toro, Raúl ya ha sido levantado dos veces por el toro y ha permanecido nueve largos segundos tendido en el suelo bajo los cuernos y los envites de la res.

El videoaficionado de Parla cedió las imágenes a Telemadrid, y esta entidad se las facilitó después a otras cadenas. El autor de la grabación había acudido ese fatídico domingo a la plaza de toros del municipio con parte de su familia para grabar el encierro como recuerdo.

Pregunta. ¿Por qué acudió ese día a la plaza?. Respuesta. Fui con otros cuatro miembros de mi familia con el fin de grabar parte del encierro. Llegamos muy pronto por eso. Un familiar de mi cuñado, que es húngaro, tenía curiosidad por este tipo de festejos y como no podía estar presente decidimos tomarlo en vídeo.

P. ¿Cómo vió la cogida?

R. Muy rápida. Es un hecho trágico y lamentable que nos pilló a todos por sorpresa. De todas maneras, prefiero no pronunciarme. El vídeo está ahí y que cada uno saque sus conclusiones.

P. ¿Por qué decidió hacer públicas las imágenes?

R. Después de la cogida estuve muy pendiente de la información sobre el encierro. Alrededor de las diez de la noche [del domingo] me enteré de la muerte de Raúl y de que no había imágenes. Me di cuenta de que era el único que tenía grabada la cogida, y llamé a Telemadrid como pude haber llamado a otra cadena.

P. ¿Ha recibido mucho dinero por la cinta?

R. No, y para mi esa ha sido la parte más desagradable. Desde que aparecieron las imágenes he oído comentarios fuera de lugar en el sentido, de que yo había recibido una millonada y burradas así. La realidad es que me han dado 25.000 pesetas por la cinta y además me regalaron un reloj. Eso es todo.

P. ¿No se planteó negociar una cantidad mayor con otra cadena?

R. Ni por un momento. Yo no quería lucrarme con un hecho tan terrible. En ese aspecto tengo la conciencia muy tranquila, y lo que menos pensaba era en rentabilizar la cinta. Después del encierro llegamos muy abatidos a casa para pensar en esas cosas.

P. ¿Ha sentido algo especial al ver su cinta en todas las cadenas?

R. A nadie le gusta sentirse protagonista por un hecho así. La verdad es que las imágenes son tan fuertes que cada vez que han anunciado su emisión he evitado mirarlas. No quiero ni verlas.

P. ¿Le pareció que los toros del domingo eran más grandes que los de encierros anteriores?

R. No. Estaban en el tipo de los de otros años. Por aquí han venido siempre esa clase de toros que, por otra parte, son los que piden los corredores.

P. ¿Corre usted los encierros?

R. Los he corrido. Ahora ya no. Tengo 39 años y ya no me llama tanto.

P. ¿Dejaría correr a un hijo suyo?

R. Eso es muy difícil de contestar. Cada persona lleva una afición en el cuerpo, y si es la de los toros, tiene una atracción tan fuerte que a lo mejor si se lo prohíbes, tu hijo va con mas ganas.

P. ¿Le pareció que el joven cogido mortalmente o sus amigos estuvieran ebrios?

R. No. Ni ellos ni ninguno de los que pude ver en la plaza parecían que estuvieran borrachos.