De colores

Músicos: Andreas Pristwch, Javier Sáiz, Osvi Greco, Miguel Núñez Osmani Sánchez, Mariano Díaz y Eugenio Arango. Plaza de toros de Las Ventas, 14 de septiembre.

La música popular siempre es de colores, aunque la pinten en Blanco y negro, como es el caso. Una turbamulta de 11.000 almas se congregó en la plaza de toros de Las Ventas para compartir sosiegos, intrigas, melancolías y veneno para el corazón. Pablo Milanés y Víctor Manuel, dos viejos trovadores, confabularon a la noche y a las esperanzas de la gente de la calle. Ellos saben mucho de la vida, la muerte, la contradicción y otras cosas igualmente humanas a la par que animales y la gente entiende de esto. Todo fueron guiños a lo inmaterial y a lo concreto. El coso de Las Ventas era pura esencia de vida con visos de orejas, rabos y azahar.

El planteamiento del espectáculo está dirigido directamente a las masas pensantes y sensibles. Al pueblo le gusta llorar. Pero llorar con fundamento. Y estas cosas sólo se pueden montar desde la madurez y la experiencia. Estos dos tipos saben latín: se junta la metafísica con la humilde cotidianidad. Confabulan la experiencia, con la locura de lo que pueda pasar. El director teatral José Carlos Plaza ha entendido a la perfección la sensibilidad del planteamiento. Los músicos son contundentes. Con estos presupuestos la gente goza. La gente, ríe, la gente se ama. Y la gente descubre algo tan sencillo y difícil como la alegría de vivir y compartir.

Canciones inolvidables

En blanco y negro es una apuesta para el gran público. Y al gran público lo que le gusta es lo bueno. Es arriesgado montar un espectáculo con canciones muy conocidas. Pero a la gente le gusta escuchar en directo las canciones inolvidables. Éste es el secreto del éxito que está teniendo este espectáculo durante esta temporada. Solamente interpretan tres canciones nuevas, firmadas por Joaquín Sabina, Pedro Guerra y Jorge Desler. Para colmo del goce, Ana Belén salió esplendorosa y compartió el escenario con su esposo y su amigo Pablo Milanés, y cantaron los tres Contamíname.

Pablo y Víctor, dos viejos zorros, apuestan sin ningún tipo de dudas por los nuevos autores. En blanco y Negro es un guiño al pueblo, a la belleza, al vivir sosegado y alerta. No hubo en todo el concierto ni un solo matiz de la antigua progresía. De hecho, el público estaba, compuesto por gentes de toda edad, condición e ideología. El juez Garzón disfrutaba de igual modo que Isabel Gemio. Y había gran cantidad de jóvenes que podían ser los nietos de los protagonistas del espectáculo.

La actuación de ayer ha sido el paso del Ecuador de la gira que Víctor Manuel y Pablo Milanés están realizando por España. Terminarán el 14 de octubre en Granada. Luego irán a América. Pablo Milanés, con su presencia y su forma de cantar, desmiente de forma radical los comentarios que le achacan cierta decadencia física. Milanés está como nunca. Cuando él y Víctor cantaron Yolanda, la plaza de Las Ventas se convirtió en un mar de lágrimas de ternura, sosiego y esperanza.