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Reportaje:

La corrupción cotiza al alza en Argentina

El ministro del Interior intenta minimizar los escándalos que denunció el de Economía

Juan Jesús Aznárez

Mantecosos cruasanes, ensalada de frutas frescas, café con leche y corrupción en un hotel del centro de Buenos Aires. El desayuno de un grupo de corresponsales extranjeros con el ministro del Interior, Carlos Corach, había discurrido apaciblemente hasta que la insistencia del funcionario en reducir la incidencia del fenómeno de la corrupción en Argentina y remitirse a los fallos judiciales colmó la paciencia de un comensal. Isidoro Gilbert, veterano corresponsal del diario La República de Uruguay, interrumpió a Corach. "Ministro, perdón, yo acá no quiero quedar como un tonto. Si usted quiere le damos nombres de ministros que han cambiado su nivel de vida".El titular de Economía, Domingo Cavallo, había activado la espoleta en agosto coincidiendo con insistentes rumores sobre su caída en desgracia en ámbitos poderosos, que le atribuyen la principal responsabilidad en el fuerte aumento del paro y actual recesión. El temperamental Cavallo, defendido a capa y espada por el entrometido embajador de Estados Unidos, organizaciones empresariales y organismos internacionales de crédito e inversión, contraatacó: mafias económicas y quebrantahuesos se han enquistado en el poder, actúan sobre funcionarios, periodistas y legisladores y acumulan concesiones estatales, negocios y millones. Citó la principal con nombre y apellido: Alfredo Yabrán, argentino, casado, con domicilio en una residencia de la capital federal protegida por garitas elevadas y dotada de piscina, pista de tenis y paseos ajardinados. Como era de esperar, el empresario pidió que el ministro fuese despojado de sus fueros y promueve un juicio en su contra por calumnias e injurias.

"Fíjense ustedes que hasta un alto funcionario quiso parar las investigaciones sobre la alevosa evasión fiscal del periodista Daniel Hadad, uno de los arietes de Yabrán", vino a decir Cavallo ante el pleno del Congreso. Corach, que reconoció ser el alto funcionario mencionado, niega cualquier intención oculta. "Hadad [que dirige un programa televisivo de gran audiencia] me llamó porque se sentía víctima de una persecución política. Como ocurre con otras muchas solicitudes, llamé a Cossio [el funcionario de la Dirección General Impositiva encargado de la investigación] para saber qué pasaba, pero fíjense el éxito de mis gestiones: siguieron investigándole seis meses". De todas formas, la opositora Unión Cívica Radical (UCR) pidió su dimisión.

El escándalo estaba servido: Cavallo acusó a Yabrán y otros, al ministro. La Bolsa cayó y con ella la cotización de los títulos argentinos y la honradez parlamentaria. Varios diputados radicales y otros del Partido Justicialista, peronista, en el Gobierno, quedaron en entredicho y las encuestas demostraron que la sociedad argentina tiene el convencimiento de que son ciertas la mayor parte de las corrupciones y sobornos denunciados. La ley de privatización del Correo, con empresarios tratando de influir sobre las Cámaras con suculentas propuestas económicas, se ha convertido en el banco de pruebas del actual debate. La última baja ha sido el diputado peronista Eduardo Varela Cid, a quien un empresario acusó de pedirle dinero para seguir defendiendo una privatización a gusto de los empresarios opuestos a Yabrán. Propuesta su suspensión, y dispuesto a morir matando, Varela Cid acusó a diestro y siniestro y afirmó disponer de documentación comprometedora.

El presidente Carlos Menem, que comparte abogado con Yabrán, según la prensa local, y evitó una directa participación en la generalizada controversia, llamó a capítulo al ministro y logró su silencio, pero no su cabeza, como hubiera deseado, según la mayoría de las fuentes consultadas. El éxito del programa económico argentino está estrechamente ligado a la figura de Cavallo, y el presidente temió que su salida del Gabinete provocara una fuga de capitales tan cuantiosa o más -840.000 millones de pesetas- que la registrada después de la devaluación mexicana.

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