El desplome de Olivetti en Bolsa plantea dudas sobre a macroampliación de capital anunciada el sábado
Bolsa de Milán demostró ayer clara desconfianza hacia el plan de salvamento de Olivetti anunciado el pasado sábado por Carlo De Bendetti. Tanto las acciones de la primera empresa electro-informática italiana como las de Cofide y Cir, las dos financieras que estructuran el control del grupo por parte de De Benedetti, registraron serias pérdidas de entre el 10% y el 13%. [En Madrid, Cofir perdió el 2% y Sotogrande, el 1,29%]. La jornada deja muchas dudas sobre la disponibilidad del mercado a suscribir la macroampliación de capital por más de 170.000 millones de pesetas que Olivetti necesita urgentemente.
Es esta una circunstancia que agrava los temores de los sindicatos, enfrentados al anuncio de que la empresa efectuará otros 5.000 despidos en todo el mundo. De ellos, 3.000 en Italia, según calculaban ayer las centrales.
Las sombras que se ciernen sobre el futuro de la macroampliación, destinada a multiplicar por 2,5 el capital de Olivetti, potencian, además, las críticas de los políticos que han denunciado que el plan del salvamento conducirá a una concentración adicional del poder económico italiano en manos de pocos entes bancarios.
Cuanto menos dispuestos estén los particulares a aportar a Olivetti los recursos solicitados por su presidente, más cargo tendrá que hacerse de la ampliación el consorcio de nueve bancos que la garantiza. Destaca entre ellos Mediobanca, la entidad milanesa bien relacionada con la familia Agnelli, que patrocina también el intento de fusión de activos de Fiat y de Ferruzzi.
El ex presidente del IRI y actual líder de la izquierda Romano Prodi ha estimado que el plan de Olivetti implica nuevos riesgos de incrementar un desequilibrio entre el poder económico y político que amenaza "la libertad y la verdadera democracia". Otras críticas proceden de la derechista Alianza Nacional, que, a través de algunos de sus portavoces, culpa a De Benedetti de la crisis y pide su salida del grupo.
Sergio Cofferati, líder de la CGIL, el sindicato de inspiración comunista y socialista, mayoritario, ha declarado, en cambio, que "un empresario que ante dificultades evidentes permanece en su puesto y se abre a hipótesis de relanzamiento representa un dato positivo". De Benedetti, que hasta, ahora se había apoyado más en el mercado abierto que en Mediobanca, se ha comprometido a aportar entre 4.000 y 5.000 millones de pesetas de su patrimonio familiar al saneamiento de Olivetti.
Los sindicatos, que el próximo 18 de septiembre serán informados del plan por la empresa, rechazan absolutamente los despidos anunciados en el contexto de las medidas de choque.
"Si se suscribe la ampliación de capital y llegan los recursos necesarios para el relanzamiento del grupo, Olivetti tendrá que definir proyectos que den estabilidad, en lugar de socavar el empleo. El grupo Olivetti ha sido redimensionado en varias ocasiones durante los últimos años, sin que haya recuperado su equilibrio. Creo que esta es una razón más para que una nueva intervención sobre, el empleo resulte imposible e insoportable", ha dicho también Cofferati. Raffaele Morese, secretario general adjunto de la CISL, otra de las tres mayores centrales de Italia, sostuvo ayer que "el Gobierno deberá intervenir en la crisis de Olivetti".
Lamberto Dini, presidente del Gobierno italiano, reconoció ayer que la crisis de Olivetti "es un hecho preocupante". "Hay que tomar las riendas de la situación", añadió, para mostrarse convencido de que la situación será superada y de que "el ingeniero De Benedetti sigue comprometido a dirigir la sociedad". A Olivetti se le ha dado un nuevo margen de oscilación en Bolsa del 20%, después de que la apertura de ayer marcara una caída inicial de más del 18% con relación a la cotizacíón del pasado viernes. El margen ordinario italiano es del 10%.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.