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Privatizaciones españolas

Joaquín Estefanía

Empieza la colocación de acciones de Telefónica; en abril salió al mercado un trozo de Repsol; son las priva tizaciones españolas. Las privatizaciones de empresas son de dos tipos: o ideológicas -las que promueven las corrientes más ligadas a la revolución conservadora- o por necesidad, es decir, para aumentar los ingresos publicos. Ni que decir tiene que las de Repsol o Telefónica son del segundo grupo; la reducción del déficit público es el eje de la política económica de los socialistas. Si las tres cuartas partes del presupuesto están comprometidas en gasto social, salarios, transferencias a las autonomías y pago de la deuda, para reducir el déficit sólo queda un pequeño esfuerzo en el resto de los gastos o el aumento de los ingresos (mediante subidas de impuestos o por la enajenación, de los activos del Estado: empresas públicas rentables).El principal problema de estas operaciones es que no se pueden repetir; una vez vendidas las joyas de la corona, ¿cómo corregir el déficit de los siguientes ejercicios? Además, es una apuesta muy frágil: la privatización de los trozos de Repsol y Telefónica ingresará en las arcas del Estado alrededor de 400.000 millones de pesetas, pero la subida de un punto en la financiación de la deuda, como consecuencia de una tormenta monetaria, cuesta 300.000 millones de pesetas; o un cambio en la legislación como el que propone el PP para regularizar los balances sin coste fiscal supone, según apreciaciones del Ministerio de Economía, medio billón de pesetas.Puede privatizarse un mayor porcentaje de las empresas públicas (Economía quiere vender otro 10% de Telefónica en 1996, hasta liquidar prácticamente su participación en el monopolio), pero la herencia se agota. Además, la necesidad de ingresos atípicos urgentes hace que a veces no se venda en el mejor momento del mercado.

La nacionalización de empresas no fue un asunto estrictamente de soCialistas, o asimilados. Es cierto que el incremento del sector público fue obra de los, laboristas en el Reino Unido, o que el primer Mitterrand (el de 1981) también estabilizó diversas sociedades, pero en España la presencia de un sector. público estatal es producto del ' franquismo, por no hablar de la Italia de Mussolini. Ahora, Tony Blair en el Reino Unido o los socialdemócratas alemanes pretenden aislar la naturaleza de la propiedad de las empresas de sus programas,para intentar llegar al poder. Como ya han hecho el resto de las formaciones socialistas, europeas que gobiernan o han gobernado. ¿Qué opina el PP de estas cosas? José María Aznar, en su libró España. La segunda transición, es de una calculadísima ambigüedad: "Las privatizaciones ( ... ) son una parte esencial de un programa económico orientado a reequilibrar el papel del Estado y de la sociedad. ( ... ) Los tímidos intentos socialistas de privatizar parcialmente el sector público empresarial han carecido de un programa global que permita analizar su estrategia. ( ... ) Las privatizaciones permitirán liberar los recursos actualmente mal aprovechados y facilitarán, además, centrar al sector público en la resolución de las cuestiones que realmente le competen. ( ... ) Pero no querría que nadie confundiese el fin último de esta propuesta. La privatización, de empresas públicas ( ... ) no puede tener por objetivo principal el obtener recursos extraordinarios. Lo que ha de pretender un programa privatizador riguroso es dotar a la economía española de la eficiencia de la que, en buena medida, carece Es decir, espuma.

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