Los serbios de Bosnia mueven sus armas pesadas de Sarajevo, en el filo del ultimátum de la OTAN

La historia se ha repetido. Los serbios de Bosnia han jugado con los límites del ultimátum de la ONU. Una hora antes de las once de la noche de ayer, cuando expiraba el plazo, el presidente del parlamento serbobosnio, Momcilo Krajisnik, anunció que aceptaban las cuatro condiciones impuestas por la ONU y la OTAN, que se resumen en una sola: levantar el cerco a la ciudad de Sarajevo. Poco después, un portavoz de la Fuerza de Protección de las Naciones Unidas (Unprofor) en Sarajevo confirmó que "Ios serbios de Bosnia han comenzado a mover sus armas pesadas".

Las condiciones de la ONU y la Alianza Atlántica son claras: retirar las armas pesadas -toda la que supere el calibre de 12,70 milímetros- de un radio de 20 kilómetros desde el centro de Sarajevo; garantías de que no habrá ataques contra ninguna de las cuatro zonas seguras que quedan (Sarajevo, Gorazde, Tuzla y Bihac); libre circulación de la ONU y de las agencias humanitarias en Sarajevo y Gorazde y reapertura inmediata del aeropuerto de la capital bosnia.La condición básica es la retirada de las armas pesadas. Con ella se demuestra sin ambajes lo que había pedido poco antes del final del ultimátum un mando de la OTAN en Nápoles: "Queremos hechos, no palabras". La portavoz de Unprofor en Sarajevo, la comandante Myryani Souchaki, confirmó que los "los serbios de Bosnia han comenzado a amontonar armas pesadas en Ilidza, Hadzici, Grbavica, Lukavica y Vogosca [barrios de Sarajevo controlados por ellos]". La portavoz añadió que "ese inusual movimiento de armas [pesadas] es un signo de que podrían estar preparados para la retirada". "Estamos efectuando un seguimiento de la situación y el general [Rupertl Smith [jefe de Unprofor en Bosnia] está en permanente contacto con el general [Bernard] Janvier [jefe de las Fuerzas de Paz de la ONU en la ex Yugoslavia] y con el almirante [Leighton] Smith [jefe del comando sur de la OTAN]", añadió Souchaki.

"Las once de la noche no es una hora fijada para que comiencen los bombardeos, la situación hay que evaluarla antes por completo", había señalado antes un alto funcionario de la OTAN en Bruselas, quien precisó que los jefes militares de la Alianza ponen a punto una lista de nuevos objetivos.

Poco después del final del ultimátum, los serbobosnios anunciaran explosiones cerca de Pale. La OTAN desmintió que hubiera comenzado ataque alguno contra posiciones serbias en Bosnia. En el portaaviones estadounidense Theodore Roosevelt, uno de los puntos de donde partieron los últimos ataques, el almirante William Sallon, jefe de ese grupo naval, advirtió que el tiempo no era el más adecuado para efectuar ataques. "No estamos en el negocio de bombardear a través de las nubes". "Espero órdenes de la ONU y de un mejor tiempo".

Esperar a Ginebra

Las condiciones expresadas ayer por el general serbóbosnio Ratko Mladic (ver texto inferior) no suponen, en teoría, avance alguno sobre las ya anunciadas el viernes y que fueron rechazadas por la OTAN.No obstante, algunos observadores apuntaban anoche que en esta situación hay que esperar. al encuentro del viernes en Ginebra, que reunirá a serbios, croatas y bosnios con los países mediadores. Rusia, que da una gran importancia a la cita, ha anunciado que su ministro de Exteriores, Andrei Kózirey, estará en Ginebra.

Por su parte, Alia Izetbegovic dijo en Ankara, adonde llegó ayer y donde coincidió con el jefe negociador estadounidense Richard Holbrooke, que en su opinión "la situación en Bosnia ha llegado a un punto crucial... que incluso podría llevar hacia la paz". Holbrooke se entrevistó el domingo con el presidente serbio Slobodan Milosevic y llegó a Ankara desde Atenas, donde también ha explicado el nuevo plan de paz estadounidense para Bosnia. Turquía, país al que la OTAN ha pedido ocho cazabombarderos más para reforzar su misión en los Balcanes, juega un papel cada vez más relevante en la zona dada su estrecha alianza con Washington y sus privilegiadas relaciones con los musulmanes bosnios.