Bosnios, croatas y serbios acuerdan negociar
La política del palo y la zanahoria aplicada en los últimos días por EE UU y sus aliados en Bosnia parece dar frutos: los ministros de Exteriores de Bosnia-Herzegovina, Croacia y la Federación Yugoslava (Serbia y Montenegro) se reunirán a finales de la próxima semana en Ginebra para "desarrollar los principios básicos que sirvan para organizar los cimientos de unas negociaciones intensivas que tengan como objetivo la consecución de un acuerdo de paz". Horas antes, la OTAN había anunciado un parón de 24 horas en los bombardeos para permitir un margen de reflexión a los serbios de Bosnia.
En él mismo lenguaje cauto utilizado por el Departamento de Estado norteamericano se subraya que Ias negociaciones serán complicadas y difíciles, aunque incuestionablemente beneficiarán a todas las partes y a la comunidad internacional". La cita de Ginebra representa el esperado encuentro de todos los antagonistas del conflicto, después de que el presidente Slobodan Milosevic se comprometiera con Richard Holbrooke, el enviado especial norteamericano, a representar a los serbios de Bosnia y a responder de los compromisos.El presidente estadounidense Bill Clinton aseguró anoche que esto "constituye un avance positivo, pero aún queda mucho por hacer". Un ejemplo: ayer fue bombardeado de nuevo Bihac. El ministro español de Exteriores, Javier Solana, que preside este semestre el Consejo de Ministros de la UE, dijo ayer que "confía en que [con este acuerdo] se inicie una dinámica negociadora que conduzca a una paz justa y duradera".
Sin mencionar la contribución de la ofensiva aliada, el Departamento de Estado señala que "después de cuatro años de guerra brutal, todas las partes implicadas deben ahora comprometerse para resolver sus diferencias pacíficamente". EE UU, en su brillante papel de instigador de estas negociaciones de paz y del uso de la fuerza para doblegar a los serbios, "está dispuesto a hacer todo lo que esté en su mano, trabajando con otros países para ayudar a las partes".
Al margen del comunicado oficial, Nicholas Burns, portavoz del Departamento de Estado, dijo que "la situación sobre el terreno ha cambiado básicamente. Si los serbios de Bosnia creyeron alguna vez que podían conseguir la victoria militar en este conflicto, desde luego hoy ya no lo creen, nadie lo cree". El portavoz estimó que la reunión durará, como mínimo, un día.
'Cascos azules' en Eslavonia
Una prueba de estos cambios es que los serbios de Eslavonia oriental aceptaron ayer, por primera vez, el despliegue de cascos azules en la frontera internacional de Crocia, anunció el plenipotenciario de la ONU.Horas antes, la OTAN, tras tres días de ataques sobre posiciones serbias en Bosnia-Herzegovina, decidió detener los bombardeos durante 24 horas. Es una pausa técnica "para evaluar la situación", dijo ayer Joe Sills, portavoz de la ONU. "Los objetivos de la misión siguen siendo la eliminación de la amenaza [serbia] sobre Sarajevo", puntualizó el portavoz de la OTAN.
La reunión clave se celebrará hoy en Bruselas. Holbrooke informará al Consejo Atlántico de las novedades diplomáticas y de los pormenores de la prevista cumbre de Ginebra. Los ataques podrían quedar suspendidos hasta conocer los avances.
El jefe militar de la Fuerza de Paz de las Naciones Unidas en la antigua Yugoslavia, el general francés Bernard Janvier, se reunió ayer en Zvornik, en la frontera con Serbia, con el jefe militar serbobosnio, Ratko MIadic.
La ONU quiere que MIadíc retire todas sus armas pesadas -toda aquella que supere los 12,70 milímetros de calibre- de un radio de 20 kilómetros alrededor de Sarajevo. Ése fue el compromiso alcanzado en febrero de 1994 y roto este junio. La OTAN confirmó ayer la existencia de ciertos movimientos de tropas serbias alrededor de Sarajevo.
"Queda aún veneno suficiente en la cola del escorpión serbio, aunque la verdad es que ha estado bastante quieto en los últimos dos días", aseguró ayer una fuente de la ONU en Sarajevo. Este tipo de armas no fueron el objetivo de las más de 500 salidas de los aviones de la OTAN. Ha sido la Fuerza de Reacción Rápida (FRR) la encargada de acallarlas. Ayer, por ejemplo, horas después de que se hiciese público el parón de la Alianza, los cañones de 155 milímetros de la FRR lanzaron 24 obuses contra una posición serbia en Vogosca.
Los aviones de la OTAN, antes de la pausa técnica, efectuarón un nuevo ataque. Los Tornado de la Fuerza Aérea alemana participaron en misiones, pero sólo en labores de fotografía, para comprobar los daños en los objetivos. Es su primera acción bélica desde 1945.
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