Estados Unidos, advierte a, los serbios no tienen posibilidad alguna una de éxito militar

"Los serbios no tienen perspectiva alguna de éxito militar", aseguró ayer el portavoz del Departamento de Estado, Nicholas Burns. "Su sueño de una Gran Serbia ha desaparecido; es tiempo para una paz reaponsable". En Bruselas, es secretario general de la Alianza Atlántica, Willy Claes, advirtió que bombardeos aún mayores son todavía posibles. En la misma línea, el almirante Leigthon Smith, jefe del mando Sur de ,la OTAN y responsable de la operación, dijo que la acción era "por el momento limitada", dando a entendér que en un futuro los. ataques podrían ser de mayor intensidad y dimensiones.

Estados Unidos. no oculta su satisfacción por la marcha de los acontecimientos. Washington protagoniza los dos frentes, del conflicto. El diplomático, con, el subsecretario de Estado, Richard Holbrooke, en Belgrado y el militar, pues EE UU es el principal impulsor de la estrategia de continuados y, contundentes bombardeos, pues coincide plenamente con el punto de vista de la Casa Blanca. Estados Unidos se felicita, sobre todo, de la unanimidad aliada y de la coordinación militar que ha resuelto los "malentendidos" entre la ONU y la OTAN que maniata ban las operaciones de protección de las zonas seguras. EE UU defendió la idea de bombardeos masivos en la pasada conferencia de Londres, en julio, como único instrumento capaz de detener el envite Serbio, tras las caídas de Srebrenica y Zepa. De aquella reunión surgió. una amenaza oficial: Gorazde iba a ser defendida. Fue la línea trazada. Una especie de frontera que, los serbios núnca debían pasar. Estos lo tomaron al pie de la letra y atacaron Bihac. Ahora todo es diferente. Nadie se ha enredado en la letra pequeña. La amenza se ha llevado a cabo de una forma verosímil.

El golf de Clinton

La, operación en curso no alteró ayer la diaria partida de golf del presidente Bill Clinton, dé vacaciones en Wyoming, ni modificará hoy su desplazamiento a Hawai para tomar parte en las conmemoraciones del final de la guerra mundial en el Pacífico. Clinton compatibilizó el descanso con el seguimiento de la operación, que consideró "coherente ,con los compromisos de la ONU, la OTAN, EE UU y sus aliados". "Es una respuesta apropiada, es lo que había, que hacer", añadió el presidente, que expresó su confianza en la continuación de las gestiones de paz. Desde Bruselas, el secretario general de la OTAN, Wílly Clael, confirmó que la ofensiva va más allá de una mera, represalia: "Si demuestran voluntad de respetar las decisiones de la comunidad internacional, no insistiremos, pero si siguen lanzando desafios", añadió Claes, incrementaremos nuestras actividades militares".

Los Gobiernos más directamente implicados, en el conflicto respaldaron la ofensiva. "La ONU y la OTAN han hecho lo adecuado y tienen mi completo apoyo", señaló en Londres el primer, ministro, John Major. "Los ataques a las zonas seguras son intolerables y no quedarán sin respuesta, aseguró en Ottawa André Ouellet, ministro canadiense de Exteriores.

En Francia, un portavoz, del Elíseo subrayó que los bombardeos aliados "eran la puesta en práctica de las resoluciones adoptadas por la conferencia de Londres". Para el presidente francés, Jacques Chirac, no cabía la menor duda de, que "el bombardeo que golpeó el lunes a la población civil de Sarajevo exigía una reacción determinada", informa Octavi Martí.