"Los serbios no empezamos esta guerra"
En una de las raras entrevistas que ha concedido, el jefe del Ejército serbio de Bosnia, el general Ratko MIadic, habló con la revista Time la semana pasada desde su cuartel general en Banja Luka. Aliado del presidente serbio, Slobodan Milosevic, MIadic está acusado de genocidio por un tribunal de crímenes de guerra de la ONU. El podría contribuir a poner fin al conflicto bosnio, pero sus comentarios muestran a un hombre al que le resultaría muy difícil vivir en paz con sus vecinos y que asegura rotundo: "Nosotros no empezamos esta guerra".Pregunta. ¿Deben reconquistar las fuerzas serbias lo que usted denomina la República Serbia de Krajina antes de que sea posible la paz?
Respuesta. Las fuerzas croatas tienen que retirarse incondicional y completamente de la antigua Bosnia-Herzegovina y del territorio ocupado de la República Serbia de Krajina, que han sido serbias durante siglos. Seguirían siéndolo si la comunidad internacional y algunos centros de poder no hubieran alentado a croatas y musulmanes a comenzar esta guerra.
P. La devolución de Krajina al control serbio por parte de Croacia, ¿es un requisito previo para que el Ejército serbio de Bosnia y los serbios de Bosnia acepten participar en conversaciones de paz?
R. Esa es una cuestión política que no deseo discutir. Sin embargo, el genocidio que Croacia ha cometido contra los serbios de Krajina tiene que ser condenado por la comunidad internacional, y es necesario que abandonen sus objetivos bélicos. Espero que la comunidad internacional haga cuanto pueda para permitir a los serbios volver a sus hogares centenarios.
P. ¿Habrá un esfuerzo serbio combinado para reconquistar esas tierras?
R. No podemos aceptar la ocupación de un solo milímetro cuadrado de suelo serbio. No empezamos esta guerra, no declaramos esta guerra. La guerra fue comenzada y nos fue declarada por los mismos que lo hicieron en 1914 y 1941, junto con el Imperio Austrohúngaro y los fascistas alemanes, unidos contra los serbios.
P. ¿Qué diferencia marca la caída de Krajina en la situación militar de Bosnia?
R. Como pertenecemos mismo pueblo, pertenecemos, al mismo Ejército, especialmente ahora, después de esta crisis en la República Serbia de Krajina. Si los musulmanes y los croatas disponen de soldados -que fueron empleados durante esta guerra- a los que pagan algunos países occidentales para conseguir sus objetivos del mismo modo nuestros soldados y oficiales tienen el derecho legítimo a liberar nuestra tierra.
P. ¿Qué diferencia supondría que se levantara el embargo de armas a los musulmanes?
R. Todas esas votaciones a favor y en contra de levantar el embargo son una pantalla para la comunidad internacional. En la práctica, no tienen ningún embargo, de armas. Hay muchos países que participan en esto en los Balcanes; muchos de ellos trafican con los croatas y musulmanes. Les llevan armas porque eso produce grandes beneficios. Para ellos la guerra no es más que un negocio.
P. Usted parece creer que un Estado bosnio predominantemente musulmán amenaza con islamizar Europa. ¿Se trata realmente de un peligro?
R. Los turcos expulsaron un gran número de griegos ortodoxos de la cabeza de puente que retuvieron en la parte occidental del Bósforo y los Dardanelos. Ahora vemos un avance musulmán a través del sur de Bulgaria, Macedonia, Kosovo, Albania y Bosnia. ¿A dónde conducirá esto? Ese viaje sólo puede acabar en París. Pregunte a la gente cuántas mezquitas vieron en su infancia y cuantas pueden ver ahora. El peligro es muy real, porque, debido a su explosión demográfica los musulmanes, no sólo están inundando la cuna de la cristiandad en los Balcanes, sino que han dejado sus huellas incluso en los Pirineos.
P. ¿Así que esta guerra se libra para preservar la cultura?
R. Se trata de una guerra regional muy compleja, en la que croatas y musulmanes manifiestan características religiosas muy acusadas. Es una guerra de ocupación, muy agresiva, tal como se mostró en la reciente agresión de las fuerzas croatas a Krajina. Pero, para los serbios, es una guerra de liberación nacional para la protección y defensa de una tierra que ha sido nuestra durante siglos. No nos preocupa que los musulmanes vivan en el territorio que controlan, no importa qué clase de federación o confederación tengan con los croatas. Nos preocupa que estén combatiendo contra nosotros, y no permitiremos que formen su Estado en un solo milímetro cuadrado de nuestra tierra. Queremos que la comunidad internacional, si concede a musulmanes y croatas el derecho a constituir esa federación o confederación, reconozca al pueblo serbio el mismo derecho a vivir en nuestra tierra con nuestro pueblo. No estamos creando nuestro país ni en Asia, ni en América ni en África; lo estamos creando en la tierra de nuestros antepasados.
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