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Israel levanta el cierre de Gaza tras la detención de un miembro de Hamás

La decisión israelí de levantar el cierre de Gaza permitió ayer a unos 6.000 palestinos acudir a sus puestos de trabajo en Israel, tras 12 días de paro forzoso. La medida de cierre se adoptó tras saberse que un palestino, miembro del movimiento integrista Hamás, se disponía a cometer un atentado suicida en Israel. La identidad del individuo era conocida, un tal Wayil Nasar, y se sabía que se ocultaba en Gaza. Su captura por la policía palestina ha permitido la apertura del cerco de la franja.Los observadores diplomáticos hacen notar la cooperación en este caso entre israelíes y palestinos. Cuando la casa en la que se había atrincherado Nasar fue rodeada por policías palestinos, centenares de jóvenes intentaron impedir su detención, insultando y lanzando piedras contra los agentes. El barrio de Radwan, en Gaza, donde se escondía el sospechoso, es conocido como un bastión de Hamás.

Sin embargo, los comerciantes de la zona han asegurado a los periodistas que están en contra de los atentados suicidas. "El tiempo de la negociación ha llegado y el de la acción militar ha pasado", afirma un comerciante de azúcar, Ahmed Bustuni. "Los atentados hacen mas daño a los palestinos que a los israelíes", afirma por su parte un obrero de la construcción. "Los dirigentes israelíes se vuelven más duros con cada muerto, no liberan a nuestros prisioneros y nos privan de ganarnos el pan". El contrapunto lo pone un hombre bien vestido, de unos cuarenta años, que se niega a dar su nombre, aunque su barba revela sus simpatías islamistas: "Los jóvenes de Hamás tienen el coraje de hacer lo que nosotros no hacemos, atacar a los sionistas".

Diálogo de paz

Las negociaciones israelo-palestinas se reanudaron ayer en Eilat. Ambas partes se dicen dispuestas a acelerarlas para que el acuerdo pueda ser firmado solemnemente en Washington el 13 de septiembre, justo dos años más tarde del compromiso alcanzado en Oslo. Mientras, se prosigue la transmisión de poderes en Cisjordania. Esta semana se producirá el traspaso en ocho dominios, como el culto y la arqueología. Los problemas más importantes han de esperar: el problema del agua y la retirada militar israelí de Hebrón.La falta de agua en Hebrón, Belén y en todo el sur de Cisjordania es acuciante. El primer ministro israelí, Isaac Rabin, ha ordenado que se dé prioridad a resolver el problema a los 140.000 habitantes árabes de Hebrón. Esta ciudad, como Belén, está en la Cisjordania ocupada, y el bienestar de sus gentes depende de la Administración militar israelí.

No acaban ahí los problemas para Rabin. Ayer se refirió al escándalo de los prisioneros egipcios muertos en 1956 y, en contra en parte de lo dicho días antes, señaló que el Ejército israelí es conocido "por su alto papel moral, aunque haya excepciones, como en todos los ejércitos".

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