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Los campos de golf deberán regar sus praderas con agua reciclada

Vicente G. Olaya

La Agencia del Medio Ambiente (AMA) va a limitar el consumo de agua potable de los campos de golf -presentes y futuros- de la región.En la actualidad hay 14 instalaciones y un número en proyectos que la Comunidad mantiene en secreto para no revelar estrategias comerciales, aducen. El plan de Ignacio Claver, director de la AMA, es conectar las 14 instalaciones deportivas con las depuradoras para que puedan regar sus praderas con el agua reciclada. Eso sí, "siempre que sea posible, porque algunos campos se encuentran muy alejados de las estaciones depuradoras", matiza Claver.

Además, la AMA pretende paralizar la construcción de cualquier nuevo campo que "no use aguas recicladas". Para lograr el permiso de apertura de este tipo de instalaciones es necesario un estudio de impacto medioambiental, cuyas conclusiones deben ser revisadas y aprobadas por la AMA. "Pero esta normativa es relativamente reciente. Hace años se podían construir instalaciones en cualquier parte sin necesidad de demasiados permisos. El Club de Campo es un ejemplo", explica Claver.

Santiago Martín Barajas, portavoz de la asociación ecologista Aedenat, recuerda que la construcción de un campo de golf supone un "cambio radical en el ecosistema de la zona donde se implanta". Según Aedenat, "para construirlo es necesario cambiar la composición orgánica del terreno donde se proyecta, porque los céspedes que se utilizan requieren un tratamiento muy complicado". Levantar un campo de golf requiere una inversión de unos 2.000 millones de pesetas.

Actualmente, según la AMA, sólo está en estudio la creación de una de estas instalaciones en la región. En concreto, la ampliación del campo de golf de La Herrería, en El Escorial. "Les hemos comunicado ya que si quieren ampliar las instalaciones tendrán que alimentarlas con aguas recicladas. Es la única opción que les damos", afirma Antonio San Juan, director de Medio Ambiente Urbano de la AMA.

Pedro Ortiz, director general de Urbanismo y Planificación de la Comunidad de Madrid, se niega a enumerar los proyectos de campos de golf que han llegado a su departamento. "Son proyectos privados y no tenemos permiso para darlos a conocer", relató.Los campos de golf de la región requieren para su riego tanta agua como la que consume una ciudad de 125.000 habitantes. Hace dos años, cuando comenzó el periodo de sequía, Aedenat solicitó al Canal de Isabel II que se clausuraran las extracciones que estas instalaciones hacen de pozos y ríos madrileños.

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Los promotores del campo de golf de Madrid consideran insalubre regar con agua reciclada

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Pero al plan de la AMA ya le han salido voces rebeldes. Pablo Población, gerente de la empresa municipal Campo de las Naciones, que promueve el campo de golf que se construye junto al parque Juan Carlos I, se muestra contrario a esta medida. "El césped no se puede regar con el agua de las depuradoras porque podrían contaminarse las personas que lo utilizan para divertirse o comerse la tortilla", comenta. "Las depuradoras de Madrid no tienen nivel terciario [aguas muy limpias y aptas para devolver a los ríos], por lo que regaríamos con aguas contaminadas".Dos pozos horadados en sus terrenos y unidos a tres estanques servirán para alimentar la hierba de estas instalaciones, que se abrirán en octubre. "Tirar directamente de los pozos llevaría a su agotamiento. Por eso, los hemos comunicado con varias lagunas artificiales que regulan su nivel de manera natural", comenta Pablo Población, gerente del Campo de las Naciones.

El riego de este campo ha ido unido, desde su aprobación en 1989, a la polémica. En 1992, el Canal de Isabel II prohibió taxativamente que sus praderas fueran regadas con agua potable, a pesar de que el sistema de riego ya estaba listo. "Primero nos lo autorizan y luego lo prohíben. A los políticos no hay quien les entienda. Hace falta planificación y no cambios radicales cuando se dan cuenta de los problemas", comenta Población.

Este cambio en el sistema de riego del campo costó 100 millones, que se suman a los 1.400 en los que estaba presupuestado el campo.

El agua de los pozos, sólo del campo de golf Olivar de la Hinojosa (su nombre oficial), regará unas 25 hectáreas de las 60 que componen el campo. El resto de las instalaciones serán cubiertas con 1.500 olivos, 2.000 coníferas, 5.000 arbustos. "De esa manera ahorramos agua. Este campo consumirá, según el Ayuntamiento, unos 3.000 metros cúbicos de agua diarios en los meses de estío".

Las instalaciones están compuestas por un campo de 18 hoyos, otro de 9 y una zona de aprendizaje. Han costado 1.500 millones a la empresa Desprosa, la concesionaria, que se queda con la explotación del campo durante 40 años. El Ayuntamiento, no obstante, controlará su uso. "Nosotros ponemos los precios y las condiciones de entrada a los usuarios", dice Población. El precio de entrada rondará las 5.000 pesetas.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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