Ojo con las 'joyas' falsas

Conseguir las joyas gastronómicas de la región no siempre resulta fácil. Chinchón tiene fama por sus ajos, hortalizas y licores. Pero el viajero puede volverse con unos ajos cultivados en el pueblo, pero de una variedad procedente de Francia, que es la más común. También podría ir a Villaconejos atraído por los melones de temporada, conocidos por ser dulces y sabrosos, y volverse a casa con uno de Murcia.Para conseguir productos de la tierra lo mejor es acudir a los particulares -que venden su cosecha a la puerta de la casa- o a los productores. En Campo Real, por ejemplo, a la tienda de la Unión de Cooperativas Agrarias donde se vende aceite puro de oliva a 2.500 pesetas los cinco litros. En Navalcarnero los bodegueros, como Ricardo Benito, tienen su propio establecimiento donde se venden garrafas de 5 litros a 525 pesetas. Encarni Martínez está en un almacén a las afueras de Chinchón y es de las pocas que vende el verdadero ajo fino (a 225 pesetas el kilo), el auténtico de la zona, más pequeño y sabroso del normal. Es la variedad que dio fama al pueblo. En algunas tiendas de las cooperativas, como la de Campo Real, se venden productos típicos de toda la región: queso de oveja, miel, aceite, vino y licores a precios asequibles.

La venta por parte de particulares sin licencia levanta ampollas entre los comerciantes con tienda. "El de enfrente no tiene ni licencia ni registro de sanidad", se quejan en la tienda de Segundo González, en Campo Real.