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La sequía se extiende por Europa y llega a imponer cortes de agua en el Reino Unido

Los británicos no recordaban un verano tan parco en lluvias desde 1659

La sequía no azota sólo a España, sino que se extiende por países tan húmedos como el Reino Unido. El primoroso césped de los británicos se amustia por falta de agua; desde 1659 no habían sufrido una sequía igual en muchas zonas. El sol ha pegado fuerte en Grecia, Italia y Portugal encendiendo multitud de fuegos que arrasan bosques tan valiosos como los de Atenas. Esta misma semana un centenar de incendios asolaba el suelo portugués, acechando incluso el popular santuario del Buen Jesus, cerca de Braga. Muchos han vuelto a hablar del cambio climático.

Julio fue un mes poco corriente para los observadores meteoro lógicos del mundo. En California y Nueva York (EE UU), una ola de calor initerrumpida de dos semanas dejó un rastro de decenas de muertos. En España hubo una cuarentena de muertos.Pero la falta de lluvia resulta particularmente asombrosa en Reino Unido. En algunas islas del Canal de la Mancha el ganado bovino ha sido trasladado al sur del país para que no agote las reservas destinadas al consumo humano. Y el Servicio Fluvial del Reino Unido vigila desde ayer la frontera entre Inglaterra y Gales. Sus campesinos tienen prohibido bombear el agua del río Wye.

Si no llueve, un tercio de los británicos puede verse afectado por las restricciones a partir de la próxima semana, lo que ha provocado una agria polémica entre las compañías de aguas, la inspección pública y los consumidores. El suministro nacional está en manos privadas, y Sus críticos lamentan que las empresas no hayan invertido mejor sus recursos. En algunas regiones hasta un 50% del agua potable no llega nunca a los domicilios. Se filtra por un sistema de conducciones obsoleto; algo parecido a lo que tanto se critica en España.

Cuando la segunda compañía más grande del país, Severn Trent Water, impuso ayer la prohibición de regar con manguera a más de siete millones de habitantes, el malestar fue imparable. Según los expertos del sector privado, cambiar de una vez todas las tuberías defectuosas resultaría muy costoso para el contribuyente. El recibo subiría por lo menos un 3% y los cortes serían constantes durante un largo periodo. Las asociaciones de consumidores les reprochan a su vez que dejen vaciarse las reservas y acaben pidiendo sacrificios a los ciudadanos.

El consumidor se arriesga a pagar multas de hasta 200.000 pesetas si viola las últimas prohibiciones. El Río Wye, por ejemplo, será vigilado hasta el próximo 30 de septiembre por helicópteros para evitar que se realicen extracciones ilegales. En este casó, las penas pueden ascender a los cuatro millones de pesetas.

En el suroeste de Inglaterra han comenzado ya otros problemas. Unas 100.000 personas tienen que hervir el agua potable por culpa de un microorganismo que produce diarrea y vómitos. Está aún por demostrar que el mismo haya contaminado las reservas destinadas al consumo privado. Algunas cosechas, como las de patatas y coliflor, han resultado muy dañadas por la sequía. Las manzanas tendrán un sabor más concentrado, aunque el mismo tamaño. En cuanto al ganado vacuno, algunos granjeros están alimentando ya a las vacas con el forraje guardado para el invierno.

Las temperaturas, por su parte, no tienen visos de bajar. A comienzos de. agosto llegaron a los 34º C. El anticiclón que cubre ahora las islas británicas no desaparece y los científicos han vuelto a hablar del efecto invernadero. Estudios norteamericanos citados ahora señalan que las emisiones de dióxido de carbono subirán entre un 1% y un 2% hasta el año 2000. Dicha cifra supera la capacidad de absorción de océanos y bosques.

Drama en 80 países

El problema del agua es bastante más desesperante en otras latitudes. En 80 países la situación, según un informe del Banco Mundial, es de tal grave dad que constituye una seria amenaza para la, agricultura y la salud. Las regiones en las que el problema presenta mayor gravedad son las de Oriente Medio, Africa, Asia Central, el norte de China, el sur de la India y la parte occidental de Sur américa. Éste es el dramático marco del Simposio sobre el Agua que se está celebrando esta semana en Estocolmo, con asistencia de 50 países, informa Ricardo Moreno.

Según el presidente del Banco Mundial, Ismail Serageldin, "el problema no radica tanto en la falta de agua como en el despilfarro y en el consumo insostenible". El consumo global de agua aumenta en un 2,3% anualmente, lo que significa que se duplica cada 21 años.

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