_
_
_
_
Tribuna:LA DESAPARICIÓN DE UN SABIO
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El hombre desde el hombre

Julio Caro Baroja vino al mundo en un Madrid que no terminaba de salir del romanticismo, y capital de una España pintoresca cuya imagen habría de acompañarle ya toda la vida, y creció en una casa singular en que aparecían su tío Pío el novelista; su tío Ricardo el pintor y el espíritu fantástico; su abuelo Serafín, viajero y curioso impenitente; su madre Carmen, que era una mujer moderna y madre entregada; su padre Rafael, editor; su abuela materna, en la que mandaba el instinto infatigable del cuidado de aquella prole tan suya y de aquella casa en la que dominaba la inteligencia y la sensibilidad, la independencia y el orgullo de ser Baroja... y que habría de marcarle con fuerza como él mismo supo contemplar desde la perspectiva cuando escribió sus memorias al entrar en el último tramo del camino.Después llegó la guerra y con ella el final de la juventud y la entrada abrupta y despiadada en la vida, y ya, desde su primera soledad, comenzó. a iniciarse en el estudio de la vida social que se desarrollaba en su entorno en Vera de Bidasoa. Desde aquellos primeros pasos, también junto a reconocidos maestros como Barandiarán, el niño que necesitó de cuidados primorosos de la madre y de la abuela ante enfermedades amenazadoras, y siempre aplicado en los libros que le rodeaban en Madrid y en Vera, se fue convirtiendo en el hombre de estudio que se dejaba guiar en ellos por la curiosidad de la vida que le condujo, ante todo, a encontrar la comprensión del hombre desde el hombre, con sus virtudes y pasiones, defectos y limitaciones, e ilusiones de todo aquello que quedaba dispuesto ante él y, a la vez, de lo que también estuvo allí, en un pretérito que se alejaba apresurado, y que él sabía que en el fondo era la llave que lo explicaba todo.

Más información
España pierde a uno de sus más grandes humanistas con la muerte de Caro Baroja

Durante años y años, Julio Caro Baroja, desde la soledad más irredenta, dejado e impulsado únicamente por la fe en el valor que tenía el estudio y la posibilidad de salvar un patrimonio definidor como es la vida social de este país llamado España, realizó su trabajo. de andar y trajinar el suelo de España, de norte a sur, del este al oeste, de pueblo en pueblo, de lugar en lugar, para hablar con sus hombres, para saber de sus creencias y de sus aperos de trabajo, de sus casas y economías, de sus lenguas y maneras' de vida, de sus ritos y organización social, de sus leyendas y sus fiestas..., para después anotarlo todo con su letra menuda en cuadernillos de bolsillo que servirían de recordatorio vivo en su momento, cuando pasase a escribir el artículo o el libro que ya nos sería referencia obligada.

Francisco J. Flores Arroyuelo es autor con Julio Caro Baroja de Conversaciones en Itzea.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_