Siete alpinistas, tres de ellos aragoneses, fallecen en el K-2 a causa de una avalancha
Siete alpinistas, entre ellos tres españoles, fallecieron el día 13 en el K-2, la segunda montaña más alta del mundo (8.611 metros), en el Himalaya, a causa de una avalancha de nieve, según comunicó ayer el Ministerio de Turismo del Pakistán. El alud sorprendió a los montañeros cuando intentaban el ataque a la pirámide final del K-2. La avalancha fue, al parecer, de tal magnitud que barrió la ruta entre el segundo y el tercer campo de altura. Los alpinistas españoles fallecidos, que ayer permanecían sin identificar, eran integrantes de una expedición aragonesa de los clubes Peña Guara y Montañeros de Aragón que intentaban la ascensión por la ruta Cessen.
Las autoridades paquistaníes no facilitaron los nombres de los alpinistas españoles fallecidos. El grupo, formado por Pepe Garcés, Javier Escartín, Lorenzo Ortas, Lorenzo Ortiz, Javier Olivar, Manuel Ansón y el médico Manuel Avellanas, partió hacia el Pakistán durante la segunda semana de junio. Todos ellos pertenecen a la élite de alpinistas españoles de alta dificultad.Por el contrario, las autoridades paquistaníes confirmaron los nombres de los otros cuatro montañeros muertos en el accidente: el neozelandés Lindsay Grant, el estadounidense Robert John Slatter, el canadiense Jeffrey Charles y la escocesa Alison Hargreaves, la segunda mujer que coronó la cima del mundo, el Everest (8.846 metros) sin oxígeno y sin apoyo de sherpas, gesta que realizó en 1994.
La expedición intentaba el ascenso a la segunda cima del mundo por el espolón Cessen, una ruta de alta dificultad a la izquierda del itinerario normal, la Arista de los Abruzzos. La primera hipótesis sobre el accidente indica que la avalancha barrió los campos 2 y 3, situados entre 7.000 y 7.600 metros de altitud.
Inquietud en Huesca
La noticia, difundida en la madrugada de ayer, causó un gran impacto entre las familias de los alpinistas aragoneses. Desde primeras horas de la mañana, familiares y amigos de la expedición, formada por cinco miembros de Peña Guara (Huesca) y dos de Montañeros de Aragón (Zaragoza), llegaron a la sede del club oscense para esperar noticias oficiales de sus familiares.La tensión se incrementó cuando se supo que las autoridades del Pakistán suspendieron la conferencia de prensa prevista a media tarde. Las dificultades de comunicación en las inmediaciones, del K-2 pueden retrasar la confirmación oficial de los fallecidos. Mientras, el ministerio paquistaní informó de que un helicóptero del ejército volaba a la base de la montaña en busca de noticias.
Manolo Bara, secretario del club Peña Guara, explicó a este periódico que estaban a la espera de confirmar la identidad de los fallecidos. "Desconocemos qué ha pasado porque no tenemos noticias oficiales", señaló. "Tratamos de obtener información a través de agencias internacionales, embajadas o grupos de montañeros de otros países que se hallan en la zona del K-2".
Bara estableció contacto por teléfono con Skardu, la última población del Karakorum, antes de adentrarse en el glaciar de Concordia, camino del K-2. "Ni siquiera en esta localidad supieron informarnos de lo sucedido", relató. "No había llegado ningún correo oficial de la montaña", señaló.
Desde el campamento base del K-2, situado a unos 5.000 metros de altitud, hasta Concordia hay prácticamente un día de marcha a pie si se va con ligereza, mientras que para llegar hasta Skardu se necesitan tres o cuatro días más.
Última comunicación
La última comunicación de la expedición que se recibió en el club Peña Guara, a través de un fax desde Skardu, fue el pasado 13 de agosto. En la misiva, con fecha 9 de agosto, se indicaba que el grupo había renunciado en dos ocasiones a intentar el ataque a la cumbre a causa del mal tiempo.El accidente mortal ha recordado la tragedia del verano de 1986, cuando el K-2 se cobré la vida de 13 alpinistas consagrados, entre ellos el matrimonio francés formado por Liliane y Maurice Barrard y la inglesa Julie Tullis, compañera de cordada del único alpinista vivo que ha consquistado dos ocho mil vírgenes, el veterano austriaco Kurt Diemberger. En aquella ocasión, el mal tiempo en el K-2 se convirtió en una ratonera mortal para los alpinistas. La segunda cima del mundo supera en peligrosidad y dificultad al Everest.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.