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Pistoleros matan a 18 personas en Colombia tras pasar lista en una discoteca

"Yo no vi nada", afirmaban atemorizados los vecinos del barrio de El Bosque, en la localidad bananera de Chigorodó, en la región de Urabá, al norte de Colombia, donde en la noche del sábado fueron asesinados 15 hombres y tres mujeres, quienes fueron llamados por uno a uno, por un grupo de 40 hombres armados.

Las casas, de madera y de cemento, donde conviven operarios agrícolas y desplazados de la violencia guerrillera y paramilitar, también se silenciaron. Muchas amanecieron el domingo con candados, sobre todo las más próximas al Aracatazo, la discoteca donde quedaron tendidos los cadáveres. Unos 40 hombres armados con metralletas entraron al bailadero y "mandaron, a todo el mundo tirarse al suelo, bocabajo", relató un testigo, "Dicen que llamaron a lista y uno a uno fueron disparándoles a quemarropa"."Eso era una carnicería humana. Creo que las autoridades estaban advertidas", declaró a varias emisoras de radio el sacerdote Luis Carlos Sánchez, párroco del pueblo.

En la noche del sábado se registraron otras 15 muertes violentas en Urabá. En un bar de Apartadó, entraron dos jóvenes con armas automáticas y dispararon contra un grupro de contertulios. Dos soldados en licencia. vestidos dé civil y un ex agente desde hace seis meses estaban entre las víctimas. En principio el crimen fue atribuido a las milicias bolivarianas, organización ligada a las comunistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). En Carepa, los muertos fueron siete y como en el caso de Chigorodó no se habla oficialmente de sus posibles autores.

"Son los paramilitares que otra vez están controlando la zona", comentan en privado algunos. ¿Eso son vainas [asuntos] de la guerillla", dicen otros. Pero nadie, ni el comandante de la XVII brigada del Ejército, se atreve a hacer señalamientos concretos. "No tenemos establecido nada sobre el móvil ni todavía hay detenidos", afirmó el coronel Carlos Alfonso Ve-lázquez, doce horas después del crimen masivo de la discoteca. "La población Se debe dar cuenta de que no es correcto arrimarse a la extrema derecha violenta ni a la extrema izquierda violenta, porque es como acercarse a un tigre que después da el zarpazo. Hay que arrimarse a las autoridades legítimas", advirtió el militar.

Tierra de fueras de la ley

Urabá es una fértil región en jurisdicción de los deparatamentos (provincias) de Córdoba y Antioquia, con salida al mar Caribe y donde se produce el 95% del banano de, exporta ción. Abandonado de la mano de Dios y de la del Estado por décadas, se hizo territorio de contrabandistas, narcotraficantes, frentes insurgentes y grupos paramilitares. A media dos de los años ochenta, cuan do el Gobierno intentó imponer mano dura, el fermento ya estaba y la represión oficial exacerbó los odios y la lucha por el control de la región.Las matanzas de Urabá pueden ser el inicio de otra etapa de esta guerra cruel y sucia en la que conviven todas las violencias y todas ideologías. Las mismas que en noviembre de 1988 dejaron un rastro de 43 muertos en la población de Segovia, atribuidos a los paramilitares, y que en enero de 1994, en el barrio de La Chinita, de Apartadó, se cobró 35 vidas.

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