La cúpula militar apoya a Mladic y el Parlamento a Karadzic
Dieciocho generales se pronunciaron contra la decisión del presidente serbobosnio, Radovan Karadzic, de asumir personalmente el mando supremo de las fuerzas armadas y de relegar al jefe militar, Ratko MIadic, a una fúnción de "consejero especial". Tras este serio revés en la pelea particular entre ambos, Karadzic logró ayer el espaldarazo del Parlamento, que se reunió a puerta cerrada en Pale, capital de la autoproclamada República Serbia de Bosnia, para discutir la situación política y militar en Bosnia y abordar de manera particular el enfrentamiento entre el líder civil y el jefe militar."Las palabras de MIadic son fruto de un pronto (...), pero tendrá que acatar la decisión", dijo Karadzic al referirse a los comentarios vertidos por MIadic el día anterior. El general calificó de "ilegal" su destitución y dijo que seguirá en el cargo mientras tenga el respaldo popular. Sin embargo, el apoyo a MIadic de sus conmilitones, entre los que se encuentran todos los comandantes importantes, podría ser el l3reludio del fin de la carrera política de Karadzic y de la toma, del poder por parte de los militares en un momento crucial de la guerra, según señalan los observadores.
El manifiesto del generalato en apoyo al jefe del Ejército ha tenido el efecto de un pronunciamiento sobre los atemorizados diputados. "Pedimos que no sea aceptada la propuesta de Karadzic en interés de nuestro pueblo, de nuestro Ejército y de su moral combativa", anunciaron en su escrito, fruto de una reunión que la cúpula de las fuerzas armadas tuvo poco después de que estallara el litigio. Instaron también a la clase política a reconsiderar las implicaciones de la orden de Karadzic, que juzgan equivocada "porque el pueblo y el ejército podrían dividirse en dos bandos".
División entre militares
Entre los firmantes figura el adjunto a MIadic al frente del Estado Mayor, Manojlo Milanovic, pero no el importante general Milosevic, comandante del frente Romania-Sarajevo, lo que puede interpretarse como una división dentro de la propia milicia.
La pelea larvada desde hace meses entre Karadzic y MIadic afloró el pasado 27 de julio cuando el primero reprobó públicamente el encuentro que el segundo tuvo en Belgrado con el ministro de Exteriores ruso, Andrei Kózirev y dijo que los contactos con emisarios extranjeros son competencia de la autoridad civil. La gota que desbordó el vaso fue el llamamiento en favor de la paz que el martes último dirigió el presidente serbio, Slobodan Milosevic, a MIadic, y no a Karadzic. Fuentes diplomáticas señalan ahora que el jefe militar juzga poco realista la voluntad de Karadzic de unir a los serbios de Bosnia y Croacia en un frente común contra el ejército gubernamental bosnio, de mayoría musulmana, y Croacia.
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