Aunque no valga mucho

Quizá por conmemorar el 50º aniversario del lanzamiento de la primera bomba atómica sobre Hiroshima, o quizá por el hecho de llevar la contraria al futuro, el nuevo presidente de la grandiosa Francia, el fúnebre Chirac, con el apoyo impagable de su familia, sus acólitos y el señor Aznar, nos sale por peteneras y, bajo oscuros pretextos, se dispone a reanudar sus horribles ensayos nucleares, pero, eso sí, a miles de kilómetros de su patria. Es cierto que podría hacerlo debajo de su grandioso trasero, pero no, qué va, le duele. Así, se va al océano Pacífico, justo al Pacífico, a explotar sus complejos.Sé que no valdrá de mucho y sé que no todos los franceses son culpables, pero lo que es yo, en la medida de mis posibilidades, no pienso. comprar nunca más un artículo made in France-