Las autoridades gallegas tardan cinco días en hundir una ballena

Cinco días han tardado las autoridades locales en deshacerse del cadáver de una ballena dé 16 metros y 14 toneladas de peso. Su estancia en las costas de los pueblos de Viveiro (Lugo) y O Vicedo ha originado durante cinco días, además de un penetrante hedor, un motín popular, una querella judicial y un estudio por parte de la Armada de la viabilidad de acabar con el cetáceo a cañonazos. Por fin descansa en una fosa marina de 3.000 metros de profundidad a 30-millas de Estaca de Bares.

Las autoridades de Viveiro (Lugó) han sufrido la experiencia de la dificultad de deshacerse de un cadáver. Todo empezó cuando se avistó el pasado viernes a la entrada de la ría el cuerpo de una enorme ballena. La aparición (y desaparición posterior) de cetáceos moribundos o muertos es relativamente frecuente en las costas gallegas. "Antes no había estos problemas. Franco ametrallaba cachalotes y los dejaba pudrir ahí junto a muelle, y nadie protestaba", ironiza en el puerto vivairense de Celeiro un tripulante del Serra de Santiago, el barco que remolcó finalmente el miércoles la ballena mar adentro. También ha mudado la capacidad de protesta de los ciudadanos y quizá hasta la olfativa, asi que la ballena, fue conducida el pasado viernes 28 hacia la zona de insua, Allí intentaron en vano quemar al animal, varado en unas rocas, con 50 litros de gasolina.. El sábado por la tarde, en el Ayuntamiento de Viveiro y bajo la presidencia del alcalde César Aja, del PP, se reunieron el capitán marítimo del puerto -que abandonó sus vacaciones-, responsable de la Sociedad de Salvamento Marítimo. y del puesto de la Guardia Civil. Según los reunidos, el alcalde propuso trasladar el cadáver de la ballena a la cercana playa de Abrela y allí descuartizarlo y transportarlo con una excavadora.Resulta, sin embargo, que Abrela pertenece al colindante municipio de O Vicedo y, los vecinos que observaron la operación dieron la voz de alarma. Al poco tiempo se había congregado un numeroso grupo que hizo guardia toda la noche para impedir el despiece en la localidad que, desde siempre, colecciona premios turísticos.El alcalde Isaac Prado, también del PP, acudió a la comisaría de policía a presentar denuncia.

Finalmente, al filo de la madrugada del miércoles, el barco de la Xunta Serra de Santiago remolcó mar adentro el cadáver, con el estómago convenientemente agujereado y lo balizó adecuadamente para evitar peligros al tráfico marítimo, avisado por si acaso.