Los países del sureste asiático, piden el cese inmediato de las pruebas nucleares
Con un al "cese inmediato de las pruebas nucleares", finalizó ayer en la capital del rico sultatano petrolero de Brunei, Bandar Seri Begawan, la reunión sobre temas de seguridad del Foro Regional de la ASEAN (ARF). El ministro español de Exteriores, como presidente en ejercicio de la Unión Europea (UE), se negó a suscribir esta petición que iba incuestionablemente dirigida a Francia y China, países que siguen realizando estos ensayos, aunque no se los mencionase en concreto.
"La comunidad internacional, no tiene hasta ahora una declaración de prohibición legalmente vinculante de las pruebas nucleares subterráneas. Tampoco hemos reconocido hasta ahora internacionalmente una zona desnuclearizada en el Pacífico Sur", declaró Solana.El ARF, la primera conferencia de seguridad de Asía, incluye a los países de la ASEAN (Asociación de Naciones del Sureste Asiático, formada por Filipinas, Tailandia, Malaisia, Singapur, Indonesia Brunei y Vietnam) y a sus princiales socios comerciales: Estados Unidos, China, Corea del Sur, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y la Unión Europea.
Por otra parte, más de 250 científicos de todo el mundo han apoyado un plan que pide a Francia una moratoria de tres meses en los ensayos, hasta que se pueda realizar un estudio de los riesgos humanos y medioambientales. Paul Johnston, de los laboratorios de investigación de Greenpeace, aseguró que sin ese estudio las pruebas supondrían "un riesgo inaceptable". Científicos franceses ya han advertido de la inestabilidad de Mururoa y de que nuevas ensayos nucleares en la zona provocarían "el colapso de parte del atolón".
Campaña contra Francia
Mientras, en Nueva Zelanda y Australia se multiplican las acciones de protesta. El Consejo de Sindicatos, la principal confederación sindical neozelandesa, ha enviado un escrito a 40 organizaciones patronales de su país en el que urge a éstas a realizar una campaña de boicoteo comercial contra Francia. La siguiente etapa será pedir a todos los distribuidores que retiren los productos franceses.En Australia, el Ministerio de Defensa anuncié ayer que la compañía francesa Dassault Aviation queda fuera del concurso para la renovación de la flota de entrenamiento aéreo, contrato cuyo valor está estimado en unos 90.000 millones de pesetas.
La medida es más simbólica que real, pues este fabricante francés no se encontraba entre los favoritos. A pesar de ello, la decisión de Canberra fue recibida en París como un jarro de agua fría, y el embajador francés en Australia fue llamado inmediatamente a consultas.
Un portavoz del Ministerio de Exteriores francés aseguró que se trata de otro más en la "serie de gestos hostiles" del Gobierno australiano hacia Francia. Entre esos gestos citó el no entregar el correo a la Embajada en Canberra, el retraso de las valijas diplomáticas, el permitir a los manifestantes que bloqueen el acceso a la legación diplomática y el retraso que sufren los barcos franceses en los puertos.
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