La ofensiva croata en Bosnia obliga a los serbios a retirarse de Bihac
La ofensiva de Croacia en el oeste de Bosnia ha forzado a los serbios de Krajina, sus grandes enemigos, que ocupan un quinto de su territorio, a detener la ofensiva en el enclave bosnio protegido de Bihac. Yasushi Akashi, enviado del secretario general de la ONU para la antigua Yugoslavia, anunció al caer la tarde de ayer el compromiso de los invasores a una retirada inmediata y a no atacar desde la zona que controlan desde 1991 al V Cuerpo del Ejército de Sarajevo (Armija), siempre que éste se comprometa igualmente a suspender las hostilidades. El acuerdo incluye el libre paso hacia el enclave de los convoyes de ayuda humanitaria y el permiso a los observadores de la ONU para que se desplieguen en la frontera croato-bosnia.
Un artillero experimentado podría partir en dos Croacia. Le bastaría con acertar de lleno al puente de pontones de Maslenica, que salva un estrecho brazo de mar en medio de la carretera Zagreb-Split. El dédalo de islas y ensenadas que serpentea la costa dálmata se estrangula ahí, donde los soldados croatas tuvieron que dinamitar un puente colgante en 1991 para frenar el avance serbio.Todavía siguen emplazadas a poco más de un kilómetro las baterías de los serbios rebeldes de Krajina. Sólo así se entiende que. el presidente de Croacia, el nacionalista Franjo Tudjman, lanzase en la noche del sábado un ultimátum a los secesionistas serbios: o se avienen a negociar en Ginebra o Zagreb lanzará sus brigadas de élite en una guerra de aniquilación.
Los serbios de Krajina se pliegan a la presión militar croata y empiezan a abandonar el enclave de Bihac.
La ofensiva del Ejército regular croata junto con las milicias croatas de Bosnia (HVO) al otro lado de la frontera internacional, que se ha cobrado dos importantes nudos de comunicaciones en Bosnia occidental, ha obligado a las fuerzas serbias a emprender la retirada del enclave musulmán de Bihac. "Aquí la radio de la República Serbia de Krajina [RSK]. Los ustachis [fascistas croatas durante la ocupación nazi] roban, matan y violan a los civiles desplazados de sus hogares. El Ejército de la RSK resiste valerosamente".
Al lado de los viñedos surgidos como de entre las piedras de Sibenik, 80 kilómetros al norte de Split, el mensaje propagandístico de la emisora oficial serbocroata suena a confirmación de una derrota. El presidente Tudjman tiene varios ases en la mano. Y al menos 10 brigadas -30.000 hombres - estacionadas a las puertas de la Krajina. Su órdago parece ir en serio. "Si los serbios no muestran una clara voluntad de emprender negociaciones, Croacia se verá obligada a llevar a cabo la reunificación a su territorio de las áreas ocupadas y a dar su máximo apoyo a Bosnia para liberar Bihac", advirtió el presidente croata la noche del sábado después de entrevistarse con el plenipotenciario de la ONU para la antigua Yugoslavia Yasushi Akashi, que ayer viajó a Knin para intentar una mediación de última hora ante los líderes de la Krajina. Este anunció ayer que los serbios de Krajina aceptan retirarse del enclave bosnio de Bihac.
Zagreb y Knin cuentan con una vía abierta de negociaciones de paz en Ginebra, pero ahora Tudjman quiere imponer sus condiciones: reapertura inmediata del oleoducto del Adriático que atraviesa también Bihac, y conversaciones para restablecer las comunicaciones por medio del ferrocarril de Split-Knin-Zagreb. A cambio ofrece garantizar a la población serbia de Croacia (un 12% del total) una protección constitucional como minoría étnica.
Artillería en posición
Bajo la mole de la cadena monta ñosa de Velebit, que discurre en paralelo a la costa, los destacamentos de los cascos azules tanzanos, jordanos y canadienses intentan interponerse en la estrecha franja de terreno de nadie que separa a los contendientes Sin embargo, desde el pasado mes de mayo, cuando las tropas de Zagreb recuperaron la Eslavonia occidental no se han vuelto a registrar incidentes en la zona.
Mientras tanto, las tropas croatas, ya sean del Ejército regular o del HVO, han colocado su artillería a 35 kilómetros de Knin, desde Grahovo (Bosnia), y a menos de 20 kilómetros desde sus bases en la costa dálmata. En este medio bélico, aparecen voces como las del presidente de la federación croato-bosnia, el croata Kresimir Zubak, llamando a las armas.
Al otro lado del río Drina, que separa a Bosnia de Serbia, el Gobierno de Belgrado ha condenado "el comportamiento agresivo de Croacia en la antigua república yugoslava de Bosnia-Herzegovina". Este comunicado, difundido ayer por la agencia Tanjug, exige que Ias fuerzas croatas se retiren urgentemente y sin condiciones", pero no menciona ni una sola vez la posibilidad de dar apoyo a las tropas de Radóvan Karadzic.
Pero los serbios de Croacia y Bosnia ya han entendido el mensaje de Zagreb y han levantado el cerco que mantenían en el enclave bosnio noroccidental de Bihac, según confirmaron ayer los mandos de la Fuerza de Protección de las Naciones Unidas (Unprofor).
Centenares de serbios de la Krajina se han retirado por el Oeste hacia su propio territorio. "Asistimos a una reducción radical de los enfrentamientos", aseguró ayer el coronel danés Jesper Helsoe en una comunicación telefónica desde el enclave de Bihac. "Sin embargo, no tenemos constancia de que se haya retirado también la artillería", advirtió el oficial de los cascos azules. Los serbios de la Krajina se sumaron con sus carros de combate el pasado día 19 a la ofensiva de los serbobosnios y musulmanes rebeldes contra el enclave de Bihac, defendido por el V Cuerpo de la Armija (Ejército Bosnio Gubernamental).
El avance croata por el sur, con una pérdida de 250 kilómetros cuadrados de terreno, en Grahovo y Glamoc por parte de los serbios de Bosnia y los bomba os croatas contra un paso fronterizo de la Krajina, ha forzado el levantamiento del cerco de Bihac. Es una de las raras ocasiones en que los serbios se ven obligados a dar la orden de retirada. No obstante, Karadzic ha ordenado a sus soldados que recuperen Grahovo y Glamoc a cualquier precio y que frenen el avance croata hacia Jajce y Donji Vakuf. El general Ratko MIadic, jefe militar de los serbios de Bosnia, añadió ayer que los croatas "pagarán caro" su entrada en Grahovo y Glamoc.
Los mandos militares de Pale advierten que la caída de ambas ciudades es sólo temporal, ya que, afirman, las tropas croatas no cuentan con artillería para mantener sus actuales posiciones. En su retirada de Bihac, los serbios de Bosnia se van a encontrar con los miles de refugiados -entre 13.000 y 20.000- que se dirigen hacia campamentos improvisados en Drvar.
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